El gastrobar ya está entre nosotros, este nuevo concepto de alta cocina viene pisando fuerte y cada vez son más los establecimientos que apuestan por esta nueva fórmula, la cual parece que está dando muy buenos resultados, y si no díganselo a nuestro chef y compañero Paco Roncero, el cual triunfa en su Estado Puro, en la misma plaza de Neptuno de Madrid.
Roncero, bajo la dirección desde hace años de la Terraza del Casino de Madrid, asumió hace ya algún tiempo nuevos proyectos para la compañía para la que trabaja, NH Hoteles, y uno de esos proyectos fue “Estado Puro” uno de los primeros gastrobares de la capital de España, donde sus 1.000 peinetas blancas que cubren el techo y una de sus paredes, forman parte de la decoración del local y que llaman la atención entre sus clientes.
En un par de ocasiones he podido disfrutar de sus tapas personalizadas en estado puro, donde encontramos desde su curioso bocadillo de chorizo o la hamburguesa con patatas fritas, hasta una manita de cerdo tostada con tallarines de sepia.
Se cumple exactamente este mes un año desde que Roncero abrió para los clientes este nuevo concepto de local y en pocos meses nacerá ya su segundo Gastrobar en el centro de Madrid. ( http://www.tapasenestadopuro.com/)
El arte del tapeo es una de nuestras señas de identidad y gracias a los gastrobares ha sido posible perfeccionar esta cocina en miniatura. Desde aquel momento en el que Roncero comenzaba esa nueva apuesta, la palabra gastrobar comenzaba a coger protagonismo y significado.
Si tuviéramos que definir qué es un gastrobar podríamos presentarlo como: el bar de las tapas tradicionales actualizadas a la alta cocina, con una cuidada técnica y presentación, con el sello de identidad del chef de éxito, que a su vez sigue dirigiendo su restaurante de renombre.
Este tipo de locales en plena expansión intentan acercar la alta cocina a un público más amplio sirviendo tapas de autor a precios asequibles, combina la barra del bar con buen servicio de mesa y cocina de autor, una combinación moderna con el objetivo de hacer llegar los platos en miniatura de la alta cocina a más público y a un precio razonable.
El culpable del nacimiento del gastrobar dicen que fue la crisis del 2008 y que aún nos acompaña actualmente. Si así fuera podríamos llegar a decir que no hay mal que por bien no venga.
Si uno de los primeros gastrobares fue el Estado Puro, de Roncero, a él se sumaron rápidamente el Inopia, de Albert Adrià, así como el Tapas24 de Carles Abellán. Tras ellos llegarían más gastrobares de grandes cocineros como los de Quique Dacosta, Dani García, María José San Román o Benito Gómez, repartidos por la geografía española.
El Plató, de Pedro Larumbe
Un gatrobar permite a muchas más personas disfrutar de la alta gastronomía sin tener que gastar en un restaurante “estrellado” un precio más elevado. Estos nuevos y modernos locales se inundan de platos de bocado vanguardistas y originales acercando a una nueva clientela la alta cocina.
De esto sabe mucho otro de nuestros chef más prestigiosos del panorama gastronómico, hablo de Pedro Larumbe, el cual el pasado 12 de mayo se unió de una forma original al grupo de los gastrobares de los grandes chefs. Lo hizo ni más ni menos que en el mismo Paseo de la Castellana de Madrid y a pocos metros del prestigioso restaurante que lleva su nombre.
Su nuevo espacio se convertía en su Plató (con doble sentido), y es que este gastrobar encabeza la originalidad de este tipo de locales, ya que desde su interior se ve un plató de televisión.
Sala con vistas al plató de Intereconomía
Al acceder al Plató nos encontramos un espacio moderno con cambios de ambiente según la hora, mesas altas para picar y tapear combinado con mesas bajas donde poder comer y cenar.
Cuenta también con un espacio propuesto para consumir copas que coge su mayor protagonismo los viernes y sábados hasta las 3:00 de la madrugada. Un local amplio con capacidad total de mas de 100 personas, que cuenta también con una pequeña terraza, grandes televisiones de plasma y zona para ejecutivos con información de la Bolsa, todo esto se envuelve en una decoración moderna y de diseño donde destaca la gran cristalera que da acceso al plató de televisión del canal Intereconomía, y que permite ver cómo se hace la televisión en directo.
Con esta gran apuesta en escena la cocina del chef navarro se pueden imaginar, cocina de producto de calidad, basado en cocina tradicional con un toque creativo y personal.
Tapas, raciones y medias raciones con el sello de la cocina de Larumbe, con precios que van desde los 3 hasta los 10 euros, y a esto se le suma su carta de vinos y espumosos que se podrán consumir por copas, también destilados y coctelería que se podrá degustar por menos de 8 euros.
El Plató está abierto durante todo el día por lo que cuenta con una oferta de desayuno con repostería artesana y una amplia variedad de tés y cafés.
Con horario de 9:00 a 1:00 de la madrugada, y los viernes y sábados hasta las 3:00, en el Plató de Larumbe se podrá desayunar, tapear a media mañana, comer, merendar, cenar, y tomar copas, ¡que más se puede pedir!