Portugal más que oportos

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Por: Sommelier René García
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Portugal más que oportos

En lo que respecta a vinos, la primera imagen que cualquier persona recibe en mente al mencionarse Portugal es la de sus oportos. La calidad de este vino fortificado ha marcado al país durante más de dos siglos. Sin embargo, en los últimos años el desarrollo alcanzado en sus vinos no fortificados ha llamado la atención de todo el mundo.

Hoy, tanto conocedores como consumidores en general buscan nuevas sensaciones en los vinos que identifiquen también los sabores de un país. En Portugal eso está ampliamente garantizado, pues dependen de variedades típicas, únicas en cuanto a aromas y paladar. Por supuesto que estos resultados no podrían alcanzarse si no se utilizaran prácticas enológicas de avanzada, aspecto asegurado también en el país.

Repartidas en la geografía portuguesa, las variedades blancas más consolidadas son alvarinho, trajadura, loureiro, gouveio, encruzado, arinto y maria gomes (llamada también fernão pires). Las variedades tintas más atractivas son baga, ramisco, trincadeira, tinta roriz o aragonez (sinónimos ambos de la tempranillo), touriga nacional y castelão. Todas, blancas y tintas, presentan descriptores olfativo-gustativos particulares que permiten resaltar platos propios o fusionados que complacen a cualquier paladar exigente.

En la actualidad, Portugal posee 14 regiones vitivinícolas donde se encuentran las 29 DOC (Denominação de Origem Controlada), máximo nivel de calidad del vino en el país. Tanto este estatus DOC como el IPR (Indicação de Proveniencia Regulamentada) se insertan dentro del nuevo nivel DOP (Denominación de Origen Protegida) recién establecido por la Unión Europea. Sus exigencias establecen requisitos obligatorios de estilo, rendimientos máximos, nivel de alcohol mínimo y tiempo de añejamiento de los vinos, entre otros factores de calidad.

Si bien empezar hablando de Douro es obligatorio por sus preciados oportos, esta región debe mencionarse hoy también por sus excelentes vinos no fortificados. Su territorio sigue el río del mismo nombre con viñedos en terrazas sembrados principalmente de touriga nacional, touriga francesa y tinta roriz, estas son cardinales también para los vinos tintos que son considerados por los conocedores entre los más elegantes del país, muy parecidos en estilo a los burdeos franceses.

Otras regiones poco conocidas ya alcanzan una atención mundial. Vinho Verde produce vinos blancos, rosados y tintos, pero son los primeros los más buscados por el mercado internacional. La principal variedad de uva es alvarinho (la misma de su vecina Galicia) y sus vinos típicamente de aguja (llamados así porque conservan una gran parte del gas carbónico de su proceso de elaboración) son de una naturaleza muy refrescante, por lo que es muy buen compañero de platos ligeros de pescados y mariscos.

Beberse joven es una obligación. Dão se caracteriza mayormente por vinos tintos robustos, amplios, pero las modernas técnicas enológicas de esta importante región han propiciado al mercado vinos tintos afrutados y jóvenes. Destaca la admirable relación calidad-precio de estos. Alentejo, región emergente muy interesante, brinda al mundo vinos tintos internacionalmente estilizados, pero también se aprecian los buenos experimentos con uvas locales como aragonez, periquita y trincadeira que resultan de taninos bien fuertes y de intensos aromas frutales. No puede dejar de mencionarse a la región de Bairrada. Sus vinos blancos y espumosos con maria gomes (uva blanca local y sorprendente) son merecedores de un comentario aparte. Los espumosos, tal vez los más conocidos, son elaborados mediante el método tradicional de segunda fermentación en botella, garantizando una estructura muy a tono con los gustos actuales. Los tintos, donde predomina la variedad baga, consiguen ser elegantes, afrutados y de color granate cuando son jóvenes, y de aromas complejos cuando envejecen correctamente. Bairrada y sus vinos traspasarán fronteras en un futuro muy cercano. El espacio solo permite referirse a unas pocas regiones. En el tintero quedaron Lisboa y sus 9 DOC, Tejo, Península de Setúbal, Távora y Varosa, Trás-Os-Montes, Beira, Algarve, Azores y Madeira. Un segundo trabajo sobre Portugal es obligatorio.

No solo el oporto nos sigue llenando de placer. Portugal lanza al mercado nuevos vinos sin olvidar sus raíces. Tipicidad y modernidad: razones portuguesas para seguir sorprendiendo al gusto exigente de hoy.

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Por: Sommelier René García