Vinos de Estados Unidos: el placer creciente

Tal vez se piense que, dada la incorporación reciente en tiempo de estados unidos al mundo vitivinícola, sus vinos presenten estilos poco definidos o imitativos de otras áreas europeas. Pero no es así. Estos demuestran diferencias enriquecedoras con cepas clásicas y otras muy prósperas en el viñedo norteño.

 Aunque aproximadamente un 90% de todo el vino estadounidense proviene de California, no solo este Estado elabora productos distintivos. Oregón y Washington asombran con sus preparaciones y hasta Nueva York presenta productos de calidad mayor. Definitivamente cada región busca con su terroir único, ofrecer a los amantes del vino nuevos productos con sellos particulares.

 

CALIFORNIA

Aunque el primer viñedo californiano conocido fue plantado en 1779 cerca de la costa a medio camino entre Los Ángeles y San Diego, hoy esta región goza de excelente reputación para variedades como cabernet sauvignon, chardonnay, zinfandel y pinot noir, por solo mencionar unas pocas.

La cabernet sauvignon tiene su mejor concentración en Rutherford. Pero es en Napa donde la variedad demuestra su mayor longevidad, evidenciado por la fuerza en botella aun de las añadas 2001, la mejor de este siglo recién comenzado, 2005, 2007, 2012 y 2013. Pero los descriptores de vinos con esta variedad tinta son comunes para otras áreas californianas, sobre todo en Sonoma, con aromas de bayas negras, casis, cerezas y ciruelas, llegando a tener expresiones de violeta, cedro, tabaco, mineral, chocolate y mina de lápiz. Son vinos bien estructurados y longevos. Generalmente envejecen en barriles de roble, que imparten acentos especiados, lo que le añade complejidad en el tiempo. 

Es la chardonnay el varietal blanco más popular de California. Produce un espectro de estilos distintos al ser elaborados sin presencia de roble, fermentados en barrica o envejecidos en esta. Lo anterior conlleva a matices totalmente disímiles, siendo Sonoma el productor de los más grandes vinos de esta variedad en la región. Napa, Carneros y Central Coast ofrecen también versiones de excelente facturación.

Endiosada en California, a pesar de tener  historias originales en Italia y Croacia, es la variedad tinta zinfandel la más plantada en todo el territorio. El exuberante vino tinto que produce ofrece aromas a frutos rojos, especias, pimiento, anís y roble, según la forma de vinificación. Aparece en tres estilos bien definidos: fresca y frutosa con ligeros taninos, de medio cuerpo por su notable especiado y taninos maduros, y finalmente el estilo poderoso y concentrado de esta uva de intensa fruta e increíble riqueza. Napa, Sonoma, Paso Robles y Sierra Foothills reportan su hegemonía añada tras añada.

La pinot noir es una variedad tinta muy exigente en cuanto a clima. La proximidad de la costa, las frías noches y mañanas así como la lenta maduración presente en Russian River Valley, lo convierten en el reino perfecto para esta uva. Pero son tentadoras las elaboraciones con esta variedad en Anderson Valley, Sonoma Coast, Carneros, Central Coast y Santa Bárbara. Las añadas 2007, 2012 y 2013 nos muestran una vigencia superior.

Por toda California aparece la sauvignon blanc en una variedad de estilos, de cuerpo ligero a medio, con una determinante acidez. Generalmente ofrecen aromas cítricos de limón o lima junto a frutos con hueso. Algunos tienen aromas tropicales a piña, fruta de la pasión o mango, mientras otros presentan aromas  herbáceos, florales o minerales.

El concepto Rhone Rangers nació en California hace aproximadamente tres décadas. Este tiempo de prueba ha hecho posible que variedades del Ródano se fueran ajustando a las condiciones del terroir californiano. De las 22 variedades, entre blancas y tintas oriundas del Ródano, la popular syrah francesa debía haberse robado el espectáculo pero no es así. Amén algunas buenas elaboraciones, sobre todo en Paso Robles, Napa, Sierra Foothills y Sonoma, son grenache, mourvèdre (en corte) y definitivamente Petite Sirah las aventajadas. 

Producidos con ingenio, los vinos espumosos californianos son fuente importante de placer que también consiguen conquistar el mercado mundial.

 

WASHINGTON

Washington es segunda en la producción de vinos en EEUU. Su historia comenzó a finales de los años 1970. Hoy más de 680 bodegas y 11 apelaciones (destacándose la genérica Columbia Valley, junto a Walla Walla, Yakima Valley y sus tres subregiones Rattlesnake Hills, Snipes Mountain y Red Mountain) presentan terroirs excelentes para Riesling, chardonnay, merlot, cabernet sauvignon y syrah, entre otras.

Es Columbia Valley donde se concentra más del 90% de sus viñedos. Con tan poca lluvia, es el gran río del mismo nombre quien drena la suficiente agua a las plantaciones de la región.

Merlot destaca como prominente pero cabernet sauvignon, varietal o en corte, ha producido mejores resultados comparado con las demás variedades. Las añadas 2005 y sobre todo 2012 demuestran que merecen un espacio en las cartas de vino de los buenos restaurantes del mundo.

También la syrah produce vinos de mucho carácter aquí, terrosos, más minerales, menos opulentos que australianos y californianos, pero más enfocados a la fruta. Podría convertirse en la variedad de excelencia de toda la región. La añada 2012 ejemplifica mejor su prometedor futuro.

La riesling se destaca entre las blancas. Desarrolla notas de melocotón maduro, aromas florales y mucha delicadeza. Otras uvas blancas como sauvignon blanc, sémillon y pinot gris pueden hacer buenos vinos, de texturas ácidas y aromas frutales bien definidos. Chardonnay tiene suficiente carácter frutal lo que le permite aguantar en barrica. Probemos añadas 2008 y principalmente 2012 para ratificar criterios de expertos.

 

OREGÓN

Más de la mitad de todo su viñedo lo ocupa pinot noir, rivalizando los vinos producidos aquí con los de la misma cepa en su Borgoña natal, según entendidos. Es en el periodo transcurrido a partir de 1960 cuando Oregón emerge como potencia vitivinícola. 

Con más de 15 apelaciones, es la norte y fría Willamette Valley la más  extensa e importante. Sus diferentes microclimas hacen posible que se den cepas oriundas de regiones francesas de Borgoña, Burdeos y Ródano con extraordinaria calidad. Pinot Gris, Pinot blanc y Riesling son uvas blancas con un presente y futuro a tomar en consideración también. Son destacables igualmente sus vinos espumosos. La madre naturaleza se encargó de que la añada 2012 nos regalara una pinot noir en Willamette Valley de una fuerza envidiable, digna de degustar por varios años.

 

NUEVA YORK

Es Finger Lakes la apelación principal de New York. Nacida su industria con mezclas de variedades híbridas y nativas americanas, ahora redirige su curso vitivinícola con variedades viníferas como Riesling, primordial dado su clima frío, junto a cabernet Franc, pinot noir y chardonnay. La interpretación que hacen los enólogos del lugar con respecto a los vinos de hielo (ice wines) merecen que sean degustados con los postres finos de cualquier restaurante importante. Long Island, otra de las apelaciones neoyorkinas, lucha incansablemente por lograr resultados superiores en sus vinos.