Cada año, 600 millones de personas enferman debido a 200 tipos diferentes de enfermedades transmitidas por los alimentos. La carga de la enfermedad recae principalmente en los pobres y los jóvenes. Además, las enfermedades transmitidas por los alimentos causan 420.000 muertes evitables al año.
Y es que la inocuidad de los alimentos salva vidas. No solo es un elemento crucial para la seguridad alimentaria, sino que también desempeña un papel fundamental en la reducción de las enfermedades transmitidas por los alimentos. Con esta idea, cada 7 de junio la FAO —Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura— celebra el World Food Safety Day, Día Mundial de la Seguridad Alimentaria o Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos como una forma importante de sensibilizar a la población sobre estos problemas, mostrar cómo prevenir enfermedades, debatir enfoques colaborativos en todos los sectores y promover soluciones y formas de mejorar la inocuidad de los alimentos.
Seguridad alimentaria: alimentos inocuos, mejor salud
El próximo Día Mundial de la Seguridad Alimentaria 2022 se celebra bajo el lema Alimentos inocuos, mejor salud, un concepto que resalta que disponer de alimentos inocuos resulta esencial para la salud y el bienestar de las personas.
Según la FAO, solo cuando los alimentos son inocuos podemos aprovechar plenamente su valor nutricional y los beneficios mentales y sociales de compartir una comida inocua. Los alimentos inocuos son uno de los elementos fundamentales que garantizan una salud adecuada. Por el contrario, los alimentos nocivos son la causa de numerosas enfermedades y contribuyen a otras afecciones que socavan nuestra salud, por ejemplo, problemas de crecimiento y desarrollo, deficiencias de micronutrientes, enfermedades transmisibles y no transmisibles, así como enfermedades mentales.
A nivel mundial, una de cada 10 personas se ven afectadas por las enfermedades transmitidas por los alimentos anualmente. La buena noticia es que la mayoría de estas enfermedades se puede prevenir. Y nuestro comportamiento, la forma en que creamos sistemas alimentarios y cómo organizamos las cadenas de suministro de alimentos pueden evitar que peligros infecciosos y tóxicos, patógenos microbianos (bacterias, virus y parásitos), residuos químicos, biotoxinas y otras sustancias nocivas o peligrosas acaben en nuestros platos.
Fuente: Diario de Gastronomía