La fiesta del Inti Raymi equivale a nuestro diciembre. En esta fiesta se quemaban las llamas con leña labrada y olorosa, se llevaban animales (llamas, alpacas) de oro y plata, que servían de ofrendas. Allí se ponían las tres estatuas del SOL, y las tres del trueno llamadas Apointi, Churinti y el Intiguanqui (El sol, el hijo del sol y hermano del sol respectivamente).
Ningún extranjero podría estar en el Cuzco en este mes. Solo ingresaban cuando la fiesta se había acabado; entonces se les daba unos bollos con la sangre de las victimas (llamas, vicuñas).
Estos bollos los hacían las mamaconas de las vestales (llamadas las “vírgenes” del sol) de harina bien floreada de maíz mezcladas con la sangre de las llamas blancas que sacrificaban entonces. Hoy, en algunas casas o reuniones familiares se les entrega “Bollos rellenos con queso”
Hoy en día, estos pastelillos o biscochos se le entrega al invitado al ingresar a la casa manifestándoles que la familia los acepta y con buenas intenciones, los agraciados lo aceptan y lo comen “agradeciendo al Sol”. Este delicioso bollo o pastelillo es una muestra de aprecio, amistad y respeto a la familia.
