María Fernanda Di Giacobbe ha sido elegida como la ganadora del Basque Culinary World Prize, un premio dirigido a cocineros con iniciativas transformadoras y promovido por Basque Culinary Center y el Gobierno Vasco en el marco de la estrategia Euskadi-Basque Country. El objetivo de este premio es reflejar la evolución de la gastronomía y el poder adquirido por ésta en los últimos años después de que una generación de cocineros comprometidos con su entorno comprendieran que podían multiplicar la dimensión de su profesión contribuyendo con la sociedad más allá de la cocina.
Promotora insigne del chocolate venezolano, Di Giacobbe fue elegida gracias a proyectos como Kakao Sin Fronteras –una alianza entre escuelas, universidades, productores y empresas chocolateras para fomentar el conocimiento del cacao venezolano- y Cacao de Origen, un espacio de encuentro para el estudio, la investigación y la profesionalización del sector que integra ya a unas 18 comunidades cacaoteras y 60 productores. Iniciativas con las que la chef ha conseguido articular una red de educación, entrenamiento, emprendimiento, investigación y desarrollo en comunidades productoras en torno al cacao criollo como fuente de identidad, cultura y riqueza económica. En medio de la compleja situación política en Venezuela, Di Giacobbe se empeña sobre todo en brindarle oportunidades a mujeres en situación de vulnerabilidad económica, a las que capacita y convierte en ‘microempresarias del chocolate’. A través de talleres de bombonería ha formado a unas 8.500 personas y, junto a la Universidad Simón Bolivar, ha creado la diplomatura de ‘Gerencia de la Industria del Cacao’ donde se han graduado ya 1.500 estudiantes, un 94% de los cuales son mujeres.
“Nuestra labor toma desde hoy una nueva dimensión, nos hará llevar la energía transformadora de nuestro oficio a más mujeres emprendedoras del chocolate; llevaremos la luz que viene con este premio a cientos de emprendedoras, productores y chocolateros convertida en escuela, entusiasmo y trabajo; nos acercará a nuestras metas y se abrirán nuevos horizontes para conectarnos con el mundo.
Por eso, y por la confianza que nos da el Basque Culinary World Prize, estamos tremendamente agradecidos en Venezuela”, declara la ganadora del premio, Maria Fernanda Di Giacobbe.
En consecuencia, recibirá 100.000 euros que deberá donar a algún proyecto de su elección que exprese el poder transformador de la cocina.
La decisión del Basque Culinary Center fue dada a conocer esta misma mañana en el Museo Balenciaga, en Guetaria, después de que ayer domingo se reunieran los miembros de un jurado presidido por Joan Roca, del Celler de Can Roca (España), y compuesto por algunos de los chefs más importantes del mundo y otros especialistas vinculados con la alimentación.
Entre ellos han destacado personalidades como Ferran Adrià (España), Dominique Crenn (Estados Unidos), Heston Blumenthal (Reino Unido), Massimo Bottura (Italia), Yoshihiro Narisawa (Japón) y Enrique Olvera (México), además de expertos internacionales como el escritor e investigador estadounidense Harold McGee, el especialista en Historia de la Alimentación Massimo Montanari, la escritora mexicana Laura Esquivel (autora de Como agua para chocolate) y Cristina Franchini, experta en Ley Internacional y Acción Humanitaria y parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El Basque Culinary World Prize se creó en febrero de 2016 para compartir la manera en que la gastronomía puede constituir una fuerza transformadora, subrayando la labor de hombres y mujeres emprendedores y con vocación a la excelencia. Personas innovadoras, creativas, tenaces, a contracorriente y hasta temerarias pero, sobre todo, comprometidas con su sociedad. El premio pretende además ser un homenaje al camino abierto por pioneros como Alice Waters o Dan Barber en Estados Unidos, Claus Mayer y René Redzepi en Dinamarca, Jamie Oliver y Heston Blumenthal en Reino Unido, Gastón Acurio en Perú o Massimo Bottura en Italia, entre otros.
“La ganadora refleja el paso que puede dar la cocina de la ciencia a la conciencia. En torno a un símbolo gastronómico como el cacao, Di Giacobbe articula esfuerzos que inciden positivamente en toda la cadena que involucra el chocolate. Es además un ejemplo inspirador, que muestra el poder que puede tener la gastronomía independientemente de cuan complejo sea el contexto. Los chefs sí pueden hacer una diferencia”, declara Joan Roca como presidente del jurado.
Bittor Oroz, Viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, señaló además: “los atributos que se le relacionan a la gastronomía de Euskadi son un reflejo de lo que queremos ser y proyectar en el mundo como Euskadi Basque Country, un país donde la seña de identidad es la innovación, el emprendimiento, la tradición, el saber hacer y, cómo no, una materia prima de calidad”.
Por su parte, Joxe Mari Aizega, director del Basque Culinary Center, agregó: “con este premio hemos querido brindar testimonios inspiradores sobre cómo la gastronomía puede contribuir con la sociedad; el ganador es un ejemplo tangible de ello, de la responsabilidad o el sentido que puede implicar ser cocinero o cocinera hoy en día”. Y añade: “entre las tantas distinciones que existen en el mundo, el Basque Culinary World Prize premia acciones concretas y transformadoras independientemente de la escala o la notoriedad del chef, por eso ha sido tan emocionante”.
Más de 110 candidatos de unos 30 países fueron nominados al Basque Culinary World Prize entre febrero y abril a través de la web del premio. Un comité técnico, liderado por la chef Elena Arzak y formado por académicos de distintas universidades eligió a los 20 finalistas entre los cuales dictaminó el jurado. Estos fueron Alberto Crisci (Reino Unido), Alicia Gironella (México), Ángel León (España), Ann Cooper (EEUU), Carlos Zamora (España), Daniel Boulud (Francia/Estados Unidos), David Hertz (Brasil), Gabriel Garza (México), Jessamyn Rodriguez (Canadá/Estados Unidos), José Andrés (España/Estados Unidos), Joshna Maharaj (Sudáfrica/Canadá), Leonor Espinosa (Colombia), Manoela Buffara (Brasil), Margot Janse (Holanda), Maria Fernanda Di Giacobbe (Venezuela), Massimiliano Alajmo (Italia), Nani Moré (España), Rodolfo Guzmán, (Chile), Teresa Corçao (Brasil). Además de Kamilla Seidler (Dinamarca) y Michelangelo Cestari (Venezuela) en una misma nominación por su trabajo conjunto en Bolivia.
Di Giacobbe ha conseguido articular una red de educación, entrenamiento, emprendimiento, investigación y desarrollo en comunidades productoras en torno al cacao criollo como fuente de identidad, cultura y riqueza económica. En medio de la compleja situación política en Venezuela, se empeña, sobre todo, en brindarle oportunidades a mujeres vulnerables económicamente a las que capacita y convierte en microempresarias del chocolate (alrededor de 700 mujeres con micro negocios activos en torno al cacao). A través de talleres de bombonería, ha formado a unas 8.500 personas. Asimismo, después de la creación junto a la Universidad Simón Bolivar, ha graduado a unas 1.500 personas en el Diplomado de ´Gerencia de la Industria del cacao´ (94% de los estudiantes son mujeres). Unas 18 comunidades cacaoteras y 60 productores se han incorporado a su proyecto Cacao de Origen con el que mejoran procesos de producción, fermentación y comercialización de sus cacaos con miras a exportarlos con certificaciones de origen a maestros chocolateros del mundo alineados con el movimiento Bean to bar.
El premio es organizado y otorgado por el Basque Culinary Center (BCC) y el Gobierno Vasco en el marco de la Estrategia Euskadi-Basque Country, una marca de país que cuenta con el apoyo y la participación de todas las instituciones vascas y que promueve a Euskadi desde valores intrínsecos como la cultura del esfuerzo, el compromiso, la capacidad de superación, la vocación por la transformación o la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.