En esta temporada de vendimia, algunas noticias son muy desalentadoras. Existen estadísticas que demuestran que se han registrados bajos números de consumo, las ventas de vino se han reducido y los costos de producción han aumentado.
Aún cuando Francia fue el segundo productor de vino a nivel mundial en el año 2022, para este 2023 hay dos novedades que, particularmente, llaman la atención:
Arrancar viñedos:
Algunos productores están decididos a abandonar el sector vitivinícola o apostar por nuevas opciones para sus tierras.
"Lanzada el 5 de junio, la convocatoria de presolicitudes de ayuda para el arranque sanitario de viñedos en Gironda ya ha recibido 584, que representan casi 5.000 ha. De ellas, el 36% son de operadores que desean abandonar totalmente la agricultura y viticultura, y el 64% de operaciones que desean diversificarse", era la situación de la Prefectura de Gironda, cuna de los populares vinos de Burdeos.
Destruir excedente de vino
Los costos son tan altos y la demanda tan baja que algunos productores tienen un excedente que no pueden vender a un precio lo suficientemente bajo como para obtener beneficios. La Unión Europea y el gobierno francés concedieron fondos para destilar la bebida en alcohol puro que se utilizará para otros productos, como productos de limpieza o perfumes.
El Ministro de Agricultura, Marc Fesneau, declaró a la prensa que el dinero estaba “destinado a detener el desplome de los precios y a que los vinicultores puedan volver a encontrar fuentes de ingresos”, según la Agence France-Presse.