Jesús Sánchez defiende su concepto de gastronomía cántabra desde un punto de vista grandilocuente, desde su restaurante Cenador de Amós, situado en una mansión del siglo XVIII, a tan solo 20 minutos en coche de Santander. La variedad de esta cocina proviene de la diversidad de productos locales (ganado criado en la montaña, mariscos del Cantábrico, verduras de cosecha propia, una amplia gama de quesos y pastelería tradicional). Este chef sabe cómo aprovechar al máximo todo esto, sumando a ello su propia creatividad personal.
Nacido en Navarra, Jesús Sánchez descubrió rápidamente su vocación culinaria y pronto abandonó su región natal para formarse en la Escuela de Hospitalidad y Turismo de la Casa de Campo en Madrid, de 1981 a 1984. Luego trabajó en el Hotel Ritz de Madrid y pasó períodos en restaurantes franceses como Jacques Cagna (París) y Chapon Fin (Burdeos). Después de un período de trabajo en el Grupo Lezama, en La Taberna del Alabardero, en 1989 viajó a Cantabria para formar parte del equipo del Molino de Puente Arce. Unos meses más tarde, dio el salto a la independencia y abrió su propio restaurante, El Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones (Cantabria), que después de solo dos años obtuvo el estatus de estrella Michelin (1991).
Cenador de Amós. Un poco de historia
El restaurante lleva el nombre de Amós, el abuelo del chef, que nunca pudo cumplir su sueño de abrir una casa de huéspedes. Pero no solo el nieto lo logró, sino que rápidamente se ganó un nombre entre los gourmets de esta comunidad española.
Jesús Sánchez combina su trabajo en la cocina con escribir en publicaciones especializadas y dirigir y presentar un programa de radio. También se muestra muy orgulloso de la Escuela de Cocina Jesús Sánchez, ubicada en las instalaciones de su restaurante y en la que imparte cursos para principiantes y profesionales.
Para cualquier profesional de la cocina, el chef debe ser el amigo y aliado de los productores. Es una creencia firme que ha surgido de una larga y obsesiva búsqueda para obtener el mejor producto. Y aunque el chef y su restaurante ganan muchos premios, son sus comensales quienes cosechan los beneficios de esta obsesión por la calidad del restaurador.
El Cenador de Amós celebró en 2018, 25 años de historia como un proyecto de vida. Actualmente está viviendo su mejor momento profesional. La prensa especializada lo define como una de las referencias más sólidas de la cocina española. Este año le ha llegado el gran premio que todo cocinero y restaurante anhela, 3 estrellas en la guía Michelin.
Al respecto de qué el chef de El Cenador de Amós haya obtenido la máxima condecoración, los inspectores de Michelin han manifestado que se trata de la búsqueda incansable de la emoción, haciendo que el comensal descubra intensamente los sabores cántabros, y apostando porque estos sean reconocibles en cada plato.
