Los guisantes, pequeñas esferas verdes llenas de sabor y nutrientes, han sido un ingrediente fundamental en la gastronomía global durante siglos.
El nombre en latín de esta legumbre es pisum ha dado lugar a pèsol (en catalán), pea (en inglés), pisello (en italiano) o pois (en francés)
Desde su versatilidad en platos clásicos hasta su destacado valor nutricional, estos diminutos vegetales han conquistado paladares y cocinas alrededor del mundo.
Conocidos por su textura tierna y dulce, los guisantes son una fuente rica de vitaminas, especialmente la vitamina K y C, así como de minerales esenciales como el hierro y el zinc. Su contribución a una dieta equilibrada y saludable los hace protagonistas en numerosas recetas, desde ensaladas frescas hasta platos calientes reconfortantes. Además de su perfil nutricional, los guisantes han trascendido las fronteras culinarias, encontrando su lugar en platos tradicionales de diversas culturas.
Desde la clásica sopa de guisantes en la cocina europea hasta la inclusión en guisos asiáticos y salteados creativos, estos pequeños tesoros verdes han demostrado su capacidad para adaptarse y realzar cualquier preparación culinaria.
La popularidad de los guisantes también se debe a su accesibilidad y versatilidad en la cocina. Frescos, congelados o enlatados, los guisantes ofrecen una opción conveniente para añadir un toque de frescura a platos cotidianos o para ser el centro de una elaborada receta gourmet.
En resumen, los guisantes no solo son una deliciosa adición a la mesa, sino que también son una fuente valiosa de nutrientes esenciales. Su presencia en la cocina mundial sigue siendo relevante, ofreciendo una explosión de sabor y beneficios para la salud en cada bocado.