El Roscón de Reyes es un dulce que se come únicamente dos días al año, por eso es común que si quedan las sobras del roscón el 7 de enero ya no sepamos que hacer con ellas. Al acabar la Navidad, parece que se acaban las ganas de consumir un dulce que, en realidad, es un bizcocho como cualquier otro, como si su sabor hubiera dejado de formar parte del plato de un día para otro. Para contradecir esta idea popular, la marca panadera Viena Capellanes nos comparte algunos trucos y recetas para aprovechar el roscón de reyes una vez pasado el 6 de enero y que tirarlo a la basura ni se pase por la mente.
Una primera idea puede ser conservar el roscón para tomarlo pasado un tiempo. La mejor opción es congelar el roscón en porciones individuales para poder ir sacándolas cuando nos apetezca comerlo sin tener que tomar el roscón entero. Ya que este dulce no se toma en caliente, con dejarlo descongelar durante un par d horas siempre parecerá recién sacado de la panadería.
1. Sándwich de roscón
Cuando tu roscón consiste solo en el pan dulce con frutas confitadas, sin su popular relleno de nata o trufa, puedes usarlo para componer unos deliciosos sándwiches de roscón que fusionen dulce y salado, rellenándolos de jamón y queso, pavo con especias o si prefieres dulce, con crema de avellanas.
2. Pan de Mallorca con roscón
Este perfecto acompañamiento de una taza de café o té puede surgir también del roscón de reyes. Lo prepararemos cortando pequeños trozos de roscón y lo tostaremos al horno hasta que quede crujiente. Además, te durará unos cuantos días más ya que ya no debe preservar su humedad.
3. Batido de roscón
Leche fría, helado de nata o vainilla, un toque de canela en polvo y los trozos de roscón a la licuadora te hacen un perfecto batido con sabor a roscón de reyes. Puedes hacerlo el mismo día 7 de enero o esperar a un tiempo más cálido habiendo almacenado los trozos de roscón en el congelador hasta que te apetezca consumirlo.
4. Tostadas francesas de roscón
Una nueva receta para aprovechar el pan dulce empieza por empapar las rebanadas de roscón en leche, huevos, azúcar, canela y vainilla y freírlas en mantequilla, aunque si lo haces en aceite obtendrás una buena torrija de roscón. Acompaña esto con unos frutos rojos y una bola de helado de vainilla y tendrás el pecado dulce del fin de semana siguiente de Navidad, cuando te hayas cansado de la dieta.
