En más de una ocasión, he escrito sobre uno de mis alimentos favoritos: la miel.
Desde el punto de vista nutricional, la miel cruda contiene azúcares junto con otros nutrientes como vitaminas y minerales, proteínas y aminoácidos esenciales, ácidos orgánicos y antioxidantes. También se le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud por contener sustancias con diferentes propiedades antisépticas, antioxidantes, digestivas o calmantes.
Y, desde el punto de vista gastronómico, la miel es un excelente edulcorante con multitud de sustancias aromáticas, que varían dependiendo del tipo de miel. Es un producto muy utilizado para endulzar los desayunos, meriendas y postres pero, también, en algunas comidas saladas.
Si además de saludable y satisfactoria, la miel es ecológica, mejor. Hoy quiero referirme a un proyecto desarrollado por unos jóvenes emprendedores que han decidido elaborar un producto 100% ecológico, la miel de Aumel. Como ellos mismos dicen, "está contribuyendo a la producción sostenible de alimentos y a la polinización del Parque Nacional de Cabañeros", donde se genera.
Las mieles de Aumel
Bajo un compromiso de sostenibilidad y bienestar animal, la miel de Aumel (www.aumel.es) se produce de una manera artesanal y ecológica, desde la producción hasta el packaging.
Es el fruto de la colaboración entre Javier y Lorena, dos jóvenes emprendedores con una gran conciencia medioambiental que han querido contribuir a generar un impacto positivo en la sociedad y en el entorno, con un producto de excelente calidad.
Como dato curioso, en la información que me han hecho llegar explican que una sola abeja melífera suele visitar unas 7.000 flores al día y que se necesitan 4 millones de visitas para producir 1 kg de miel. También, que las abejas viven un promedio de 5 a 6 semanas y que, durante ese tiempo, producen una doceava parte de una cucharadita de miel. Sabiendo esto, es fácil entender por qué la miel es un bien tan preciado.
Las mieles, en plural
Al igual que ocurre con otros productos de la gastronomía, no hay una sino muchas mieles. Existe una gran variedad de mieles de diferentes sabores, colores y texturas, que dependen de factores como el tipo de abeja recolectora o las plantas de las que proviene el néctar.
Las mieles de Aumel son de dos especialidades: la Miel de Bosque y la Miel de Mil Flores.
La Miel de Bosque es una miel líquida de intensidad media, de tono ámbar oscuro, dulce con notas amargas y con un alto contenido en antioxidantes y minerales.
La Miel de Mil Flores también es líquida, de intensidad baja, más clara, dulce y floral con notas ácidas; tiene propiedades antisépticas y antimicrobianas.
Ambas se obtienen en la zona del Parque Nacional de Cabañeros, en los Montes de Toledo, con producciones estacionales y limitadas. Son mieles que se presentan en crudo, en su estado natural.
Armonías con la miel
Según el tipo de miel y el momento de su consumo, existen diferentes bebidas que pueden combinar bien, no necesariamente alcohólicas.
En el desayuno, con pan o con brioche, combina muy bien con el café, con leche o con cualquier otro tipo de infusión. Siempre es bueno buscar bebidas que tengan un cierto amargor, para equilibrar el dulzor de la miel.
En el caso de los postres con la miel de protagonista, pueden ir bien algunos de nuestros vinos de Jerez y los Oportos. También, algunos cócteles donde predominen los sabores ácidos o amargos.
Cuando la miel es un complemento de la cocina salada, pueden ser una buena elección los vinos blancos, jóvenes y afrutados. Y, en muchas ocasiones, sin duda, la cerveza.
España, país de mieles
España es uno de los países del mundo que cuentan con una mayor calidad, variedad y cantidad de miel de abeja. Entre los lugares más interesantes de España, desde el punto de vista de calidad y variedad de la miel, se encuentra, sin duda, Tenerife. También, la miel de León, sobre la que ya escribí hace unos meses.
Quiero felicitar a Aumel, cuyo centro de producción se encuentra en Toledo, por haber iniciado, en plena pandemia, un proyecto que, sin duda, tendrá un gran éxito en el futuro.
