
A estas alturas del calendario, no habrá quién escape a la furia de los vision board. Se trata de las metas para recibir el nuevo año que ahora se sintetizan en este concepto, cuya traducción no es más que tablero de visión. Su premisa es justo visualizar los propósitos, bien dejando por escrito los deseos o experiencias e incluso con imágenes y todos los recursos creativos que decidas emplear. A fin de cuentas, mientras “más claro seas con el destino, mejor entenderá”.
Para los amantes de la gastronomía, es evidente que las proyecciones le guardarán un lugar privilegiado a las vivencias en mesa. Aunque esta iniciativa es tan personal como diversa, hemos decidido compartir una propuesta de vision board culinario que todo foodie debería plantearse al menos intentar.
1. Explorar la gastronomía de otro país desde casa
Elige un país que siempre hayas querido visitar y dedícale una noche temática. Puedes cocinar sus recetas tradicionales y aprender sobre sus ingredientes. La idea es transformar tu mesa en un pequeño rincón del mundo.
2. Haz turismo gastronómico
Este año, organiza un viaje enfocado en descubrir platos típicos, visitar mercados locales y degustar la oferta culinaria en restaurantes o puestos callejeros. No hay mejor forma de conocer un destino que a través de su comida.
3. Comprométete con hábitos alimentarios saludables
Apuesta por que comer sano sea el abc de todos los días. Incluye más verduras, cereales integrales y proteínas saludables en tu dieta. Hidrátate bien y complementa con ejercicios físicos.
4. Visita ese restaurante que siempre has querido probar
Todos tenemos un restaurante en nuestra lista de deseos. Este año, date el gusto y haz una reserva. Te lo mereces.
5. Aprende a cocinar una nueva receta
Con tantas maneras de innovar y opciones de aprendizaje, no hay excusa para bien redescubrir recetas tradicionales o conocer nuevas. Pon al menos una en práctica.
6. Experimentar con inteligencia artificial en la cocina
Si no sabes todo lo que puedes experimentar con la IA en la cocina, te invito primero a leer aquí, pero luego, atrévete a probar alguna u otras que te llamen a valorar la idea.
7. Participa en una cata de vinos o cervezas
No todo es comer, la cena gana muchísimo más con un buen marinado de bebidas. Tampoco implica grandes exigencias. La cuestión es aprender un poco más en torno a sus distintas opciones, a identificar notas, aromas y texturas para saber qué encaja mejor a cada receta e incluso perfilar tus elecciones en la carta.
8. Cultiva tus propios ingredientes
La alimentación basada en verduras y frutas cada vez gana más protagonismo. Así que nada mejor que nada mejor que intentar elevar la iniciativa ecológica a lo casero y personal, con la satisfacción de conectar con la naturaleza.