Empezar el día bien precisa un buen desayuno. Ahí se halla la fuente de energía para rendir toda la jornada sin contratiempos ni cansancios. No en vano, la consideran la comida más importante. Entre sus principales beneficios está la mejora de la concentración.
Sin embargo, el apuro pasa factura a muchos y apuestan por un simple café en el mejor de los casos. Pero, ¿y si te dijera que hay un montón de opciones sencillas, rápidas que no necesariamente son tan poco nutritivas, sino todo lo contrario? Te damos 3 ideas para que pongas en marcha desde ya.
Porridge de avena
Esta receta originaria de Escocia nunca pasa de moda y menos en invierno. Su preparación es tan sencilla como hervir avena con agua o leche y remover hasta obtener una textura cremosa. Su acompañante casi obligatorio son frutas como el plátano, fresas y arándanos.
Para un toque crujiente, puedes cambiarlo por frutos secos o semillas de chía, y para algo más dulce añadir canela o nuez moscada. Lo genial de la mezcla no es solo el sabor sino el conjunto de nutrientes que logra con vitaminas y antioxidantes.
Tostadas de aguacate
Otro desayuno potente que se logra en un tres por dos son las tostadas de aguacate con huevo poché. Prepararlas es tan sencillo como coger una rebanada de pan integral, tostarla y cubrirla con aguacate cremoso y un huevo poché, a la que le puedes agregar sal, pimienta y limón,según gustes. Se trata de una explosión de proteínas.
Yogur con frutos secos y miel
Aunque si el tiempo apremia, tienes una alternativa más rápida aún:, el yogur con frutos secos y miel. En este caso, la receta solo precisa verter yogur natural o griego en un bol, añadir un puñado de nueces o almendras y endulzar con una cucharadita de miel. La combinación asegura una tríada de nutrientes saludables: proteínas, grasas saludables y probióticos que cuidan la digestión.