A la Asociación de Productores de Cerezas de Estados Unidos tenemos que agradecerle el punto dulce de los primeros días del año. Por su iniciativa, cada 3 de enero celebran el Día Mundial de las Cerezas con Chocolate, un homenaje a este postre tan sencillo como rico.
Pero, aunque puede parecer una excusa más para saciar los antojos más golosos, la fecha deviene una forma de honrar un maridaje tradicional de la gastronomía.
¿De dónde viene la mezcla?
La tradición de cubrir cerezas con chocolate se remonta al siglo XVII en Inglaterra, donde se acostumbraba a sumergir las cerezas en licor de kirsch (un licor de cerezas silvestres). Sin embargo, con los años, la práctica gustó cada vez a más gente y evolucionó hasta incluir una variedad de coberturas, aunque ninguna como el chocolate.
Un dúo con virtudes para la salud
Ricas en vitaminas A, C y B9, las cerezas son conocidas por sus propiedades antioxidantes, buenas para combatir los radicales libres y diversas enfermedades degenerativas. Además, aportan compuestos como los monoterpenos, que se han relacionado con la prevención de ciertos tipos de cáncer como el de mama, páncreas y piel.
Por su parte, el chocolate, sobre todo en sus versiones con mayor contenido de cacao, también aporta antioxidantes y mejora el estado de ánimo gracias a sus compuestos estimulantes como la teobromina y la feniletilamina.
No obstante, no se puede perder de vista el contenido calórico de este postre, por lo que se recomienda degustar con moderación.
Ya sabes, hoy derrite tu tableta de chocolate favorita y cubre un racimo de cerezas y…¡feliz primer viernes de 2025!
