Muchas de las mejores cosas vienen en pequeño formato. Este es el caso del huevo, un superalimento que este 11 de octubre celebra su Día mundial, en tributo al sinfín de propiedades y recetas que aporta a la gastronomía universal.
Contiene los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo humano no puede producir por sí solo. A ello, se le suman propiedades antioxidantes, y la presencia de vitaminas como la B12, B2, A, D y E y minerales como el hierro, zinc y selenio. Todo esto lo hace un producto imprescindible de la dieta de niños y adultos, porque lo mejor es su asequibilidad en cualquier latitud sin importar el ovíparo del que provenga.
La joya blanca por fuera, amarilla por dentro
Además de ser un alimento completo, el huevo se destaca por su versatilidad culinaria. Desde un desayuno rápido hasta platos complejos. De ahí que sea un básico de las despensas.
La yema es rica en grasas, ácido oleico, linoleico y omega 3 tiene un gran interés por sus efectos beneficiosos en la salud. Por ello se considera muy beneficioso para la salud ocular, mientras, la presencia del nutriente colina, promueve el desarrollo del cerebro.
Tres recetas para celebrar su día
1. Shakshuka:
Este es un plato mediterráneo a base de huevos pochados aderezados con salsa de tomate con especias, cebolla y pimientos. A menudo es socorrido para desayunos, puesto que supone un alimento contundente ideal para arrancar el día con energía.
Ingredientes:
- 4 huevos
- 1 lata grande de tomates triturados
- 1 pimiento rojo
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal, pimienta y cilantro fresco
- Aceite de oliva
Elaboración:
- Sofreír la cebolla, el pimiento y el ajo en aceite de oliva
- Añadir las especias (comino y pimentón)
- Incorporar los tomates triturados, sal y pimienta al gusto, y deja cocinar a fuego medio hasta que la salsa se espese
- Hacer pequeños huecos en la salsa y casca los huevos en cada uno. Cubre la sartén y deja que los huevos se cocinen hasta que las claras estén firmes, pero las yemas aún líquidas
2. Tortilla:
El clásico de clásicos: la tortilla. Con solo huevos, acompañado de patatas y cebolla, en el caso de la variante española, este superalimento regala un plato sencillo y nutritivo. En algunas ocasiones aperitivo, otras acompañamiento o plato principal, la clave está en lograr un buen equilibrio entre lo crujiente de las patatas y la suavidad del huevo.
Esta receta es tan sencilla como batir los huevos e integrar las patatas peladas y picadas en él, si haz elegido hacerla de patatas mientras se cocina a fuego medio-bajo.
3. Huevos Benedictinos:
Para los amantes del brunch, esta receta no puede faltar en las opciones del menú semanal. Los huevos escalfados coronan una base de pan tostado y jamón, bañados con salsa holandesa de mantequilla.
Ingredientes:
- 4 huevos
- 2 muffins ingleses o tostadas
- 4 lonchas de jamón (o salmón ahumado)
- 2 cucharadas de vinagre
- Mantequilla (para la salsa holandesa)
- 3 yemas de huevo (para la salsa holandesa)
- Limón, sal y pimienta (para la salsa)
Elaboración:
- Para la salsa holandesa derrite la mantequilla. Bate las yemas con jugo de limón y una pizca de sal al baño maría. Incorpora lentamente la mantequilla derretida hasta obtener una salsa espesa y suave.
- Calienta agua con vinagre en una olla y agrega un huevo. Cocina durante 3 minutos.
- Tuesta los muffins ingleses y colócales una loncha de jamón o salmón
- Coloca el huevo escalfado sobre el jamón y cubre con salsa holandesa.
