Durante la 4ª edición de Organic Food & Eco Living Iberia, Excelencias Gourmet ha tenido la oportunidad de conversar con Eduardo Palacio, responsable comercial y de marketing de Señoríos de Relleu. Es la segunda vez que acuden a la feria, y en esta ocasión se han alzado con el Premio al Mejor Ecopackagingcon un diseño de botella de aluminio que, además de guardar la calidad de sus aceites, cuenta la historia de esta reconocida marca de AOVES.
- ¿Habéis recibido más distinciones además del Premio al Mejor Ecopackaging?
En este momento tenemos más de 120 premios a nivel mundial; nos han premiado desde la calidad del AOVE hasta el diseño de la botella. Hemos tenido también un premio de marketing, y tenemos premios de diseño en concursos internacionales, premios de muy diferente perfil y de temas no solo relacionados con el mundo del AOVE.
- ¿De dónde surge la idea de este formato de packaging?
Nosotros comenzamos a comercializar en el 2012 en un pueblecito de Alicante, donde no hay tradición de producción de aceites de oliva virgen extra. Cuando nos los planteábamos, realmente lo primero que hacíamos era mirar Andalucía, que es la cuna del aceite de oliva virgen extra; o a Cataluña y Extremadura. Y nos planteábamos cómo unos alicantinos íbamos a ser capaces de tener éxito en el mundo del AOVE, por lo que nos decidimos a hacer algo totalmente diferente al resto. Por eso hemos optado por embotellar en recipientes de aluminio que tienen pintados un cuadro de una artista de Alicante, Paula Alenda, en los que se cuenta nuestra historia: quiénes somos, dónde estamos, cómo lo hacemos. De esa manera ya tenemos una imagen absolutamente diferenciadora.
“Nuestros amigos nos decían que estaba buenísimo. No nos lo creímos”
- ¿Cuál es esa historia que refleja el cuadro?
La historia arranca en la Masía “Teuladi”, que en valenciano significa gorrión, y Paula ha pintado gorriones al estilo naif; al mismo tiempo actúan como terrazas, ya que estamos a 429 metros de altura y a 10 kilómetros de Villajoyosa (Alicante). También tenemos dibujado a Eliseo Quintanilla, que es el fundador – de origen agrícola de la huerta de Murcia – y farmacéutico de profesión. A Quintanilla, lo primero que le atrajo del olivo es que su hoja tiene una sustancia, oleuropeína, muy buena a nivel cardiovascular. Íbamos a desarrollar un proyecto farmacéutico, pero nos pusimos a elaborar AOVE y nuestros amigos nos decían que estaba buenísimo. No nos lo creímos, y por eso lo mandamos a Los Ángeles, donde nos dieron una medalla de oro; y después a Israel, donde nos dieron el Gran Prestige Gold como uno de los 20 mejores aceites del mundo; y entonces fue cuando decidimos empezar a comercializar.
También podemos ver a Hugo, el hijo de Eliseo, ingeniero agrónomo que gestiona todas las fincas. Tenemos también gente vareando y recogiendo la cosecha con capazos, así como las variedades autóctonas con las cuales hacemos el aceite; en España hay más de 250 variedades y decidimos en su momento hacer AOVEs con las variedades propias. Nunca íbamos a ser capaces de decir que nuestro picual era mejor que el de los andaluces o que nuestra arbequina era mejor que la de los catalanes. Y por último aparece el mar Mediterráneo; todo indica sensaciones del Mediterráneo desde que se ve la botella, te cuentan la historia que hay detrás y se terminan probando los AOVEs.
- ¿Qué ventajas tienen vuestras botellas de aluminio con respecto a las clásicas?
El motivo de que sean de aluminio se debe a los enemigos del AOVE. Uno de ellos es la luz, otro el oxigeno y otro el calor. Nuestras botellas son opacas y por tanto protegen al 100% de la luz. Asimismo, al ser de aluminio son botellas irrompibles y muy ligeras, lo cual va todo en la línea de la sostenibilidad; además de que el aluminio es reciclable al 100% y de forma indefinida. Luego, lo que ha sucedido es que comenzamos con botellas de 500 mililitros, pero luego venían clientes de fuera de España que consumen menos AOVE que nosotros. El aceite hay que tratar de consumirlo entre 2 y 3 semanas después de abrir la botella, sino se empieza a oxidar y pierde cualidades. Con el objetivo de que no se estropeara una vez abierto, creamos la botella de 100 mililitros, que es perfecta para llevar como equipaje de mano para aquellos que viajan mucho. Y finalmente hemos sacado el formato monodosis, que es lo que sustituye en los restaurantes a las cazuelitas de plástico.
- ¿Ha tenido buen recibimiento en la restauración?
Nos hemos encontrado con que uno sale con una idea y luego las cosas tiran por otro lado. Está siendo un producto que a la gente le está gustando mucho de impulso, estamos vendiéndolo mucho además para los turistas, para bodas, comuniones, eventos, convenciones... Se está vendiendo muy bien.
“¿Quién no protege algo de lo que se enamora? Ese es nuestro enfoque”
- ¿Cómo representa la empresa el espíritu ecológico y orgánico?
Nosotros nos consideramos defensores de lo que es el estilo de vida mediterráneo, algo que es muy natural, ecológico, sencillo y normal. Eso es lo que nosotros defendemos: proteger y compartir el estilo de vida mediterráneo. Y por ese motivo, hemos lanzado lo que es el apadrinamiento de olivos monumentales. Tenemos más de 250 olivos que hemos orientado a que haya gente que los apadrine para que se implique en este espíritu.
También ofrecemos visitas a las fincas, ya que todo va enlazado. Cuando quieres que la gente proteja algo, lo primero que tienes que hacer es descubrir qué es eso que tiene que proteger; ya que cuando la gente se enamora de algo, lo protege. Cuando nos vienen a visitar a la finca, se enamora del entorno, del producto, de todo. ¿Quién no protege algo de lo que se enamora? Ese es nuestro enfoque.