Wovo es el nuevo producto de la marca Campomayor, una línea de bebidas y cremosos hechos a base de clara de huevo y calcio que, al estar fabricado sin leche, supone la alternativa perfecta para los intolerantes a la lactosa. Este nuevo alimento ha logrado el primer puesto en la categoría de innovación de los 11º Premios Salón Gourmets.
Se trata de un producto que apuesta por la evolución de la alimentación hacia lo saludable y la sostenibilidad, ya que contiene una gran cantidad de proteínas y los nueve aminoácidos esenciales - valina, histidina, isoleucina, leucina, fenilalanina, lisina, metionina, treonina y triptófano –. Wovo no contiene ni lactosa ni gluten, por lo que es apto para intolerantes a la lactosa y celiacos. Asimismo, es un producto libre de grasa, colesterol, hidratos de carbono y azúcares añadidos, convirtiéndolo en el postre perfecto para las personas con un estilo de vida activo que quieran cuidar su alimentación.
El formato de los cremosos consiste en paquetes de dos unidades, cada una de 135 gramos; se trata de postres fermentados de textura ligera y sin grasa, perfectos para acompañar con cereales o fruta en el desayuno. Hay tres variedades de sabores: el original, de fresa y de maracuyá.
Por su parte, la bebida Wovo, también elaborada a base de clara de huevo y calcio, tiene un alto contenido en vitamina D y se vende en tetrabriks de cartón de un litro. Hay tres sabores disponibles: original, calcio y cacao. “Son de vida larga, tienen 9 meses de caducidad y no requieren frio” cuenta Rodrigo García, director general y 4ª generación de Campomayor.
El Wovo cremoso de sabor maracuyá obtuvo el Primer Premio a la Innovación en los 11º Premios Salón Gourmets, por ser un producto que representa un avance tanto para el sector como para los consumidores. Este premio ha supuesto el broche de oro para el equipo de I+D+i de la compañía Mundo Healthy, un spin-off de Campomayor, quienes han colaborado con el CSIC para desarrollar la patente de este producto.
La idea surgió a raíz de otro de sus productos, el huevo a baja temperatura. “Vimos que este proyecto lo estaba empezando a desarrollar el CSIC y Mario Sandoval, y compramos la patente. Empezamos a desarrollarla hasta industrializarla, y hoy por fin tenemos el producto en la calle después de 5 años” añade Rodrigo García.
Una alternativa a la leche y a la bebida vegetal que ha sido premiada por su innovadora receta, y que además es apta para celiacos e intolerantes a la lactosa. Un sabor diferente con el que cuidar tu alimentación para seguir llevando una vida sana y equilibrada.
