Hacer galletas en casa ya es especial. Hacerlo en Navidad, con niños alrededor de la mesa, harina en las manos y olor a especias en el horno, lo convierte en un recuerdo que dura mucho más que el propio dulce. Por eso, año tras año, las galletas de jengibre siguen siendo una de las recetas navideñas favoritas para hacer en familia.
Su forma de muñeco, su sabor especiado y la parte divertida de la decoración las han convertido en mucho más que un postre: son una actividad compartida, una excusa para bajar el ritmo y disfrutar de la cocina sin prisas.
Un poco de historia (para contar mientras se hornean)
El origen de las galletas de jengibre se remonta a la Edad Media, cuando el llamado pan de jengibre empezó a popularizarse en Europa. Se atribuye su expansión al monje Gregory de Nicópolis, que introdujo la receta en Francia alrededor del siglo X.
Con el paso del tiempo, la masa fue evolucionando y, ya en Inglaterra, adquirió su forma más reconocible. Se dice que fue la reina Isabel I quien impulsó la costumbre de darles forma de muñecos decorados para agasajar a sus invitados. Desde entonces, decorar galletas de jengibre es casi tan importante como hornearlas.
Receta galletas de jengibre en casa:
Ingredientes:
- 215 gramos de harina (una taza copeteada)
- 185 gramos de azúcar mascabado (una taza)
- 125 gramos de mantequilla
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- Una pizca de canela
- 1 cucharadita de leche
- 1 cucharadita de levadura química (royal)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 huevo
- 2 tazas de azúcar glass
- 5 cucharadas de agua tibia
- 3 cucharadas de polvo de merengue (o una clara de huevo, como alternativa)
- Gomitas, azúcar de colores, confites o cualquier adorno comestible
¿Cómo se hacen las galletas de jengibre?:
- En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar mascabado hasta obtener una mezcla cremosa. Incorpora el huevo y la esencia de vainilla, mezclando bien. Agrega la harina, el jengibre, la canela y la levadura buscando obtener una masa homogénea. Si está muy seca, añade la leche poco a poco. Envuelve la masa en papel film y refrigérala por al menos una hora.
- Precalienta el horno a 180 °C. Estira la masa sobre una superficie enharinada hasta obtener un grosor de medio centímetro. Usa cortadores con forma de muñeco o navideños para dar forma a las galletas. Hornéalas durante 10-12 minutos, hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Déjalas enfriar completamente.
- Mezcla el azúcar glass con el polvo de merengue y el agua tibia (o usa una clara de huevo). Llena una manga pastelera con la mezcla y decóralas.