Pocas veces coinciden en la buena mesa tres espirituosos de la gama Premium, hijos de la insustituible destilación, filtración cuidadosa y años de reposo. Pero en menos ocasiones los hacemos coincidir, en perfecta armonía, con el señor Habano, sin dudas un multiplicador del placer, símbolo de lujo y del buen gusto.
Esa fue precisamente la propuesta de Inversiones Pucara, que organizó una degustación de algunos de sus mejores productos en el Hotel Sevilla de La Habana, para sommeliers y otros profesionales de la gastronomía, como parte de las actividades colaterales del XX Festival Internacional del Habano.
La entrada fue nada menos que con el Vodka Belvedere, elaborado 100% con centeno Dankowski, que solo se puede cultivar con éxito en las llanuras de Polonia. Según explicó Gilles Veluzat, representante de bebidas del grupo francés Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) en el área, esta bebida nace tras cuatro destilaciones con las que se alcanza la máxima pureza sin que se pierda el carácter único y su delicioso sabor.
Se caracteriza por un color transparente y puro, suave aroma a vainilla y centeno y un sabor único y cremoso de gran personalidad. El diseño de la botella presenta una ventana transparente con el Palacio de Belvedere de Varsovia, una antigua residencia real y de los Jefes de Estado.
Aunque se trataba de un maridaje atrevido,como acompañante para el vodka se eligió un Romeo y Julieta MilleFleurs, un Habano de fortaleza media con notas florales que combinó con la bebida en un delicado ensamblaje. Los presentes coincidieron en que la potencia alcohólica limpiaba el sabor del puro en la boca, y que la armonía podría ser mucho más enriquecedora si se combinaba, por ejemplo, con un chocolate.
Otro momento especial fue la degustación del Whisky Glenmorangie 18 años, un whisky madurado 15 años en barricas de Bourbon y 3 en barricas de Jerez.
Se trata de una bebida de color oro meloso que en nariz se manifiesta rica, redonda y dulce con frutas secas y una fragancia floral compleja. El gusto es equilibrado con notas de miel, malta y dátiles e higos que emergen en el fondo con un toque que recuerda al humo de la leña. El final es largo y atractivo con el dulzor de frutas secas y la sequedad sutil de nuez olorosa.
Como alianza para este whisky fue seleccionado un Partagás Serie P No. 2 en formato pirámide, grueso y muy bien equilibrado. Una verdadera fiesta de sabores, con vibrantes tonos de pimienta, cedro y chocolate. Con un amplio y complejo sabor que conserva su elegancia sutil, la Serie P No. 2es verdaderamente un gran Habano digno de disfrutar una y otra vez.
El cierre estuvo coronado con el CognacHennessy XO. Actualmente —recalcó Gilles Veluzat— es un símbolo del lujo y su gran carácter está enmarcado por una original botella diseñada en el año 1947.
Destaca por su intenso color de un mármol único, así como por sus aromas finos de roble y cuero antiguo, frutos secos como ciruelas e higos, notas de chocolate y pimienta.Es elegante y robusto, revela el equilibrio y redondez de sus aromas a través de la fuerza de las notas de pimienta y vegetales proporcionadas por el roble.
Y junto a este cognac una joya de la sobremesa: Cohiba Talismán Edición Limitada, un Habano de calibre grueso, de fortaleza media a fuerte, característico en la ligada de la Línea Clásica y que se destaca por su elegante y característica terminación de “pigtail”. Al tratarse de una Edición Limitada, todas sus hojas cuentan con dos años de añejamiento, lo que le confieren a este extraordinario tabaco un carácter complejo y muy aromático.
Sin dudas, todos productos de lujo para un momento de lujo.
