Aunque bien podría ser su nuevo álbum, el cantante español Omar Montes ha decidido cerrar el año con un gran estreno pero a la manera de homenaje gastronómico: Orijin, su primer restaurante de kebab, en el centro comercial Plaza Río 2, en Madrid.
Más allá de la expectación mediática y del desfile de rostros conocidos que acompañaron la apertura, entre ellos Lola Lolita o RoRo, el proyecto nace con una intención clara: rendir homenaje a la cultura culinaria que su padre trajo consigo al llegar a España desde Irak a comienzos de los años ochenta.
Para Omar Montes, el kebab trasciende el sentido de comida rápida. Es un plato con reglas, memoria y técnica. “El kebab original es el de pan de pita”, insiste el artista, reivindicando una versión que, según él, poco tiene que ver con las reinterpretaciones actuales cargadas de salsas industriales o ingredientes ajenos a la tradición.
De ahí que en Orijin, la propuesta busca volver a ese punto de partida.
Orijin y la reivindicación del kebab original
La clave de Orijin se halla en la salsa, concebida como el alma del bocadillo. Según el propio artista, la receta la aprendió de su padre, Ismael, y simboliza ese conocimiento transmitido de generación en generación.
De hecho, todo en lo que se inspira conecta directamente con la historia vital del padre de Omar Montes, un inmigrante que encontró en la gastronomía no solo una forma de emprender sino también de arraigo. Según ha contado el ganador de Supervivientes 2019, su padre habría llegado a tener entre 20 y 30 locales de kebab.
"El kebab original y real es el que introdujo mi papá en este país” ha dicho Montes. Esa mezcla de supervivencia, oficio y cultura es la que ahora se traduce en este nuevo espacio madrileño.
La carta de Orijin es sencilla y tradicional. La base es pan de pita, carne tratada con respeto, vegetales frescos y una salsa que articula el conjunto. Eso sí, con un toque de modernidad y mucho flow.
El kebab de Orijin es un gesto cultural que habla de memoria culinaria y migración que reivindica a la cocina como expresión genuina de contar quiénes somos y de dónde venimos.