Zumo de ajo como si fuera pasta de diente, pétalos congelados de pulpa de limón, frutas frescas en barrita, aceite y mayonesa de cannabis, entre otras excentricidades hicieron las delicias de los amantes de la cocina exótica en la feria anuga que se celebró entre el 10 y 14 de octubre en Alemania.
Colonia fue el escenario de la edición número treinta de esta feria, que abarcó 304 000 metros cuadrados y agrupó a más de 6 500 expositores de un centenar de países.
El evento sirvió no solo para cerrar tratos o buscar proveedores de productos alimenticios, sino también para ver las próximas novedades en materia gourmet que estarán pronto en restaurantes y mercados.
Países como Suráfrica, Marruecos o Egipto y americanos como Argentina, Chile, Perú o Ecuador vistieron de forma atractiva productos que rompen la barrera de lo exótico para ser cotidianos, entre ellos especias, aceites y aceitunas.