Según el Instituto Americano de Investigación del Cáncer ningún alimento o compuesto del alimento puede proteger contra el cáncer por sí solo, sin embargo los científicos creen que la combinación de alimentos en una dieta basada a predominio de los vegetales sí podría.
Ellos se basan en los hallazgos encontrados en múltiples estudios realizados por diferentes investigadores alrededor del mundo. Existe evidencia que los minerales, vitaminas y fitoquímicos presentes en los alimentos de origen vegetal pueden interactuar logrando impulsar el efecto protector de cada uno, es decir una sinergia para el efecto anti cancerígeno.
Por otro lado, el cáncer colorrectal de esófago, endometrio, páncreas, riñón y de mama en mujeres pos menopáusicas, tienen como factor de riesgo el sobrepeso y la obesidad. Una dieta basada en vegetales puede prevenir la ganancia de peso y por consiguiente disminuir el factor de riesgo.
Algunos alimentos han sido bien estudiados en cuanto a su capacidad protectora del cáncer, aquí les resumo lo descrito por el Instituto Americano de Investigación del Cáncer.
Leguminosas: lentejas, arvejas etc., contienen saponinas, inhibidores de proteasas y ácido fítico se cree que al parecer tienen un efecto protector para el cáncer de colon. El mejor representante es la soya que además es rico en isoflavonas, fitoesteroles y ácidos fenólicos.
Fresas, moras, frambuesas y pecanas contienen un polifenol llamado ácido elágico además de flavonoides que podrían evitar el avance del cáncer de piel, pulmón, riñón, mama, y esófago.
Las crucíferas como el brócoli, la col y los germinados de estas se relacionan con la protección frente a cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe y estómago.
Los vegetales de hojas verde oscuro (espinacas, acelga, lechuga, berros, arúgula contienen fibra y ácido fólico, estarían asociados en la protección contra el cáncer colorrectal, de páncreas. La luteína y zeaxantina son betacarotenos también presentes con efectos protectores.
El aceite de lino y la linaza contienen lignanos, un tipo de fibra clasificada como fitoestrógenos que podría reducir el riesgo de cáncer. La linaza es una semilla de alto contenido de omega 3, en estudios a gran escala se han observado beneficios al corazón y capacidad de detener el crecimiento de tumores.
El ajo, la cebolla podrían tener efectos protectores contra el cáncer de estómago y el ajo también contra el cáncer de colon.
Las uvas (más en la cáscara) y el zumo de uva contienen resveratrol más en las variedades rojas y negras que en las verdes. Las pasas y jugos lo contienen pero en menor proporción. El vino también lo contiene sin embargo al tener alcohol, no se recomienda ya que es un factor de riesgo.
El tomate contiene licopeno un poderoso antioxidante cuyo mayor efecto según los estudios se observa en la prevención de cáncer de próstata. También en cáncer de pulmón, seno y endometrio.
Los alimentos ricos en fibra como los cereales y granos enteros (kiwicha, quinua, trigo etc.) tienen lignanos y fibra que reducirían el riesgo de cáncer de colon.