Tras más de 23 años vinculado al negocio del vino, trabajando su comercialización en casi todos los espacios donde este producto se consume en América Latina y el Caribe, el señor Rodríguez conoce como nadie las tendencias y perspectivas de este interesante mundo. Sobre esos temas conversó con Excelencias Gourmet, durante la edición recién concluida de Taste of Caribbean.
¿Nos puede explicar en primer lugar a qué se dedica y cuál ha sido su trayectoria para llegar hasta aquí?
-Soy Vicepresidente de Ventas en Latinoamérica, Caribe, los cruceros, obviamente en Centroamérica y México, y líneas aéreas. Estoy en el negocio del vino hace más de 23 años.
Cuéntenos un poco cómo es el comportamiento de la industria del vino en el Caribe
-El Caribe está más influenciado por Estados Unidos. Los vinos italianos y franceses están bajando de consumo en la región. En México, por ejemplo, los vinos españoles, chilenos o argentinos se venden mucho más que los californianos; sin embargo, en las áreas turísticas se vende mucho el vino californiano.
Creo que, como usted dice, es una combinación. No es uno u otro, sino que están cambiando. Obviamente por el precio del euro, creo que los consumidores están buscando mejores valores para los vinos debido a sus precios. Están experimentando un poco más.
¿Qué países son los que usted, que lleva muchos años en esta industria, ha visto que han tenido un mayor despertar a toda la cultura del vino?
-Le diré que, sinceramente, México y Puerto Rico son dos países creciendo en consumo de vino. Normalmente uno piensa en los dos países como consumidores de cerveza, tequila, ron. Sin embargo, en ellos se combinan comidas con vinos, están ampliando su cultura en este sentido.
En cuanto a los productores de vino, ahora que quizás están variando las cifras, ¿siguen produciendo lo mismo o están guardando lo que producen? ¿Cómo se están comportando en el mercado?
-Precisamente en Francia están convirtiendo las uvas en etanol por dos razones: las ventas de vinos franceses han bajado y están los precios de la gasolina.
Yo creo que, con los vinos chilenos y argentinos que están entrando cada vez más al mercado, el círculo no está creciendo, el consumo de vino no está creciendo; sin embargo, hay más productores, más proveedores de vino hoy en día que hace cinco o diez años.
Las marcas nuevas lo tienen más complicado ahora, por lo mismo que usted decía de que la gente va un poco más a lo seguro. ¿Qué están haciendo?
-Mucha gente, especialmente en los últimos tres o cuatro años, está introduciendo marcas nuevas, y esperando el tiempo lógico que hay que aguardar para que esas marcas peguen. Sin embargo, durante la situación económica actual, los productos conocidos, los productos que tienen clientes de mucho tiempo, sobresalen y están vendiendo mucho más.
Imagino que la formación es muy importante, tanto del staff como del consumidor. ¿Se están preocupando los restauranteros, hoteleros por esta formación en el tema de los vinos?
-Definitivamente. Yo creo que los proveedores de vino que reconocen el principio que tiene el entrenamiento del staff y del consumidor, que es que “lo haga primero y lo haga mejor”; van a beneficiarse por muchos años.
Por esa misma razón estamos haciendo catas con marcas conocidas, con cinco diferentes vinos, diferentes estilos, para educar al consumidor.
¿Que importancia le atribuye usted a eventos como el Taste of Caribbean?
-Muchísima importancia. El vino no se vende por una botella linda, se vende por el gusto, lo que está dentro de la botella. Yo creo que cuando el consumidor para de pensar que el vino es para emborracharse, sino que es para gozarlo con comidas, y esa combinación se trata de una cena, ya uno tiene un buen camino ganado.
Los chefs en competencia en eventos de este tipo están aprendiendo ahora para un futuro. No solamente conocen el vino nuestro durante un fin de semana, sino que en un futuro dirán que se acuerdan de esos vinos probados y los unirán con nuevos platos.
¿Qué acciones tienen previstas ustedes como empresa para este próximo año?
-Nosotros pensamos que ya la economía vaya mejorando. Vamos a reenfocarnos no necesariamente en volumen, en vender más cajas; sino que lo que hagamos lo vamos a hacer bien. En vez de, por ejemplo, venir 45 marcas quizás bajar a 30, pero hacerlo bien hecho y enfocarnos en esas 30 marcas o etiquetas, y educar al consumidor, al restaurante y a los resorts. Tratar de ganar más dinero con esas 30 que con 45. Queremos “dar un paso atrás para dar tres hacia delante”.