No solo el sabor determina la aceptación de una mezcla en la coctelería moderna. También hay que encantar al bebedor desde el primer instante con la belleza de su decoración
La coctelería tiene actualmente una gran repercusión a nivel internacional, y estos preparados son ofrecidos, según la ocasión, en bares de todo tipo y hasta en los hogares, donde los que gustan de incursionar en este apasionante mundo mezclan bebidas buscando un resultado agradable, ya sea frío, caliente,
cortos, medios o largos.
No es menos cierto que la valoración de cualquier cóctel es su resultado final, es decir, su gusto, pero antes de llegar a ese punto no puede dejarse a un lado la importancia que tiene la primera valoración, su vista, la cual depende de la decoración realizada.
Las decoraciones en los cócteles mayormente son colocadas al final de la preparación, aunque existen algunos casos en los cuales se colocan guindas, aceitunas u otros componentes en el fondo de la copa o vaso antes de servir la mezcla.
Hay que tener en cuenta que la forma de lograr una imagen atractiva en un cóctel no siempre radica en el uso excesivo de elementos decorativos, y que debe utilizarse en ellos un 80 por ciento al menos de elementos comestibles como frutas y vegetales, si bien también se pueden usar plantas aromáticas y especias.
Casi siempre resultan más elegantes los decorados sencillos, acordes con las características del cóctel y también con el nombre elegido para su comercialización.
Otro elemento a tener en cuenta es respetar la proporción a guardar entre el
recipiente, vaso o copa donde se va a servir, pues es de muy mal gusto elaborar un cóctel corto en una copa baja y que la decoración desproporcionada no permita acercarnos a uno de los bordes o en el peor de los casos no podamos tomarla en la mano, dado el exceso de elementos exteriores en forma de espiral bordeando el talle de la copa, precisamente cuando este fue hecho para sostener la copa.
Resulta más estético colocar, por ejemplo, espirales de cáscaras que broten hacia fuera en proporciones lógicas, las cuales son más atractivas y aceptadas.
No debemos olvidar que las frutas, vegetales, especias y otros elementos forman parte de la primera impresión visual, pero también olfativa, y que pueden ser parte de la mezcla al revolver esta, por lo cual debe tenerse en cuenta su función modificadora del gusto de la mezcla.
En las decoraciones de cócteles se usan muchas las crustraciones en el borde o interiores de azúcar y siropes, cafés y chocolates, así como licores para el caso de los más dulces, o sal, limón y otros cítricos para los aperitivos y mezclas más secas.
No negamos que estas decoraciones pueden resultar muy atractivas, siempre que concuerden con el contenido elegido para el cóctel, ya que en algunos casos se olvida que es crustración también actuará como modificadora del olfato y gusto de la mezcla, y no solo como elemento visual.
En la modalidad de cócteles de fantasía, las decoraciones deben ser muy atractivas, porque su principal característica es que se elaboran para ser exhibidos y atraer al cliente, por lo cual están muy de moda en discotecas y centros nocturnos, a pesar de que se originaron en bares de playas y piscinas.
Son muchas las formas creativas de los bartenders en aras de lograr una decoración bella, para lo cual existen además múltiples instrumentos que permiten crear figuras inimaginables, desde formas geométricas, zooformas o cualquier otra fantasía, en aras de personalizar incluso el cóctel y hasta el lugar donde se vende, por muy sencillo que parezca el servicio que se ofrece.
Por eso, en la coctelería moderna no se conciba ya a un bartender profesional que en su mesa no tenga un montaje de frutas frescas, hierba buena o menta, especias u otros elementos, en aras de complacer y a la vez dar un toque distintivo al cóctel exigido por un cliente.