Poco a poco, al igual que las otras Comunidades Autónomas de España, Canarias va animándose gastronómicamente. Es probable que aún no existan esos “cocineros-estrella” que han colocado nuestra cocina en la vanguardia internacional, sin embargo, dentro de lo que es una oferta gastronómica, en especial para turistas, lo más importante es la materia prima y la forma de comer.
Alimentos y bebidas
En ese sentido Canarias tiene mucho que ofrecer. Frutas excepcionales (no solo plátanos), junto a unas verduras extraordinarias que dan lugar a esos platos tan singulares como el potaje canario. Peces del Atlántico abierto que no se encuentran en la península, como la vieja o el cherne, y algunas carnes muy buenas.
Con todo ello, madres, abuelas y bisabuelas canarias crearon algunos platos singulares que vale la pena conocer. Pero también hay cada vez más restaurantes a los que vale la pena ir para disfrutar de la despensa canaria.
Voy a empezar por uno que no es de cocina canaria, aunque sí de ingredientes locales. Es un lugar singular, abierto hace 22 años, que se ha puesto de moda últimamente. Está regentado por una pareja de austriacos que pasea todos los años mochila al hombro por los lugares más exóticos de Asia donde recogen especias y condimentos que luego incorporan a sus platos.
Bamira, admirable
El mayor mérito de Bamira (www.bamira.com) es que da de comer hasta a 50 personas en un espacio, la cocina, realmente limitadísimo y con muy poca tecnología a su alcance. Todo es imaginación y buen gusto. Un servicio de sala estupendo y una buena bodega con una amplia oferta a precios económicos.
El otro día tuve la oportunidad de degustar muchos platos, no solo los tres míos sino también los de algunos de mis acompañantes. Yo probé la crema de calabaza filipina con jengibre y aceite de oliva; unos magníficos langostinos (gambas) al aroma de wasabi fantásticos; y unas increíbles albóndigas de solomillo con salsa de pimienta verde, sabrosísimas. Quizá la albóndiga un poco apelmazada.
De postre, al estilo austriaco, el kaiser-schmann; una especie de bizcocho desmigado que luego se combina con helado y con mermeladas de frutas, en este caso, de manzana.
También puede probar los platos de algunos de mis acompañantes: el Tom Yum (una sopa de pescado picante); una sopa de espárragos con langostinos y calamares; un hervido de carne de buey con salsa de rábano, muy bueno de sabor pero con la carne un poco seca; y la cacerola de pescado, con un recipiente muy curioso, que en la parte baja tiene un fuego que mantiene la sopa caliente en el cuenco superior.
Entre los postres, también el strudel de manzana, francamente bueno y una crema de menta. Bamira tiene un Sol en la Guía Repsol y podría llegar a tener 3 (sería el primero de Canarias) pero, sin duda, merece 2.
He querido destacar este restaurante para comprobar cómo la gastronomía se va animando y existen ya lugares como este que podrían encontrarse en cualquier gran capital gastronómica del mundo.
Otros restaurantes “recomendados”
En mi recorrido, aparte de lo que pude conocer, los que me contaron los amigos que tengo en Canarias, entre ellos, Mario Hernández Bueno. También, la opinión de algunas mujeres, esposas de mis amigos.
Desde Deliciosa Marta, cada día mejor, hasta el restaurante del Hotel Santa Catalina, donde oficia José Rojano, uno de los grandes cocineros, no solo de Canarias sino de toda España.
Pero no quisiera dejar de mencionar a: El Zarcillo (www.enotecaelzarcillo.com); Rías Bajas (www.riasbajas-playadelingles.com); La Blanca (de la mujer de José Rojano); El Padrino; Casa Brito (www.casabrito.com) y su nuevo bar de tapas De Yergue; Lagunetas (www.restaurantebodegonlagunetas.com); El Novillo Precoz; El Senador, en Maspalomas (www.restauranteelsenador.com); Roque; Grill 7; Hoya la Vieja y Midway (con su estupenda tortilla de papas).
Quesos y vinos
Otros productos que están mejorando en Canarias son los quesos. En este último viaje tuve la oportunidad de probar las distintas texturas de los de Guía. El más famoso es el Majorero pero, prácticamente, existen quesos singulares en todas las Islas.
En una casa particular probé el famoso sancocho canario con un estupendo mojo y un excelente blanco seco Malvasía, de Lanzarote (en este caso el Bermejo, equivalente a los dos más conocidos: El Grifo y el Stratvs).
Por cierto que en esa casa particular hicimos un auténtico festín de mariscos, traídos desde Galicia a través del restaurante Rías Bajas, donde probamos desde centollos hasta percebes, pasando por ostras y hasta coquinas de Huelva.
