La Feria del Vino y la Alimentación Mediterránea continúa su trayectoria uniendo vino y gastronomía para profesionales y aficionados. Juan Miguel Rubio, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Andaluzas de Sumilleres (FASA), director técnico de la feria y presidente del jurado Premios Palacio, dialogó en exclusiva para Excelencias Gourmet sobre la feria y la selección de los premios.
Eres un habitual colaborador de la feria, y en este 2013 continúas con su dirección técnica ¿Pesa más la responsabilidad o la ilusión?
La liturgia de la buena mesa ha ido cambiando de forma notable desde la simple ingesta de la necesidad nutricional de antaño hacia las tendencias en las que hoy nos vemos inmersos.
Platos de diferentes texturas, sabores o colorido se sumergen junto a vinos o espirituosos épicos en restaurantes que sueñan en convertirse en “estrellas”, con otros que simplemente buscan la franqueza en su manera de entender la materia prima de calidad, sea cual sea su origen.
Mi vinculación con la Feria del Vino y D.O. viene desde sus inicios, y me siento honrado con que la Dirección General del Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos haya pensado en mi para impulsarla, dotándola de mayor amplitud y vincularla de una forma más estrecha a la gastronomía.
¿Qué ventajas aporta la Feria a sus participantes?
Por un lado, el contar con una oferta de ponencias y/o catas más variada y que no giran todas intrínsecamente sobre el vino, es una feria mucho más dinámica que incrementa el número de visitantes ya que cada aficionado o profesional del mundo de la gastronomía tendrá una motivación distinta para visitarnos, disfrutan de un amplio elenco de ponentes de primer orden, maridajes transgresores por los mejores chefs y sumilleres de moda, sorprendentes show cookings y actividades dirigidas por algunos de los expertos de mayor prestigio del panorama eno-gastronómico nacional e internacional. Igualmente, no debemos olvidar que a efectos comerciales, la Costa del Sol y Andalucía es un mercado estratégico para un buen posicionamiento de los productos.
¿Cómo valoras que la feria ha contribuido en sus 13 años, al avance y reconocimiento de la enología y la gastronomía españolas?
Muy positivamente. Si bien es cierto que estamos empezando a dar más profundidad con esta iniciativa de conjugar vino y alimentación mediterránea tras esta edición, el hecho de llegar a este XIV certamen muestra la consolidación de esta feria en Andalucía, y más y cuando otras de similar tipología cierran sus puertas a causa de la recesión económica. Es un gran logro a ciencia cierta.
También eres presidente del jurado de los Premios Palacio ¿Cómo ha transcurrido este año la selección?
Ha sido muy reñida, pues hemos tenido que valorar más de un centenar de muestras en nueve tipologías de vino. El hecho de que no haya solamente vinos españoles, sino también de las grandes zonas vinícolas mundiales ha tornado muy competitivo el certamen, pero por eso mismo estamos muy satisfechos del alto nivel de los vinos que se han presentado.
¿Cómo se realiza la selección, que elementos fundamentales se valoran?
Hay que tener en cuenta que hacemos una cata a ciegas, a botella tapada, y aunque vemos también la fase visual, sobre todo se valoran la sensación en nariz, el potencial olfativo, esa tipicidad, esa calidad que nos proyecte, el paso por boca, la evolución, el post gusto, el equilibrio, todo lo que nos da la personalidad definida de un vino, todo lo que podamos discernir sobre ellos sin saber a cual marca pertenecen.
Hasta el final los jurados no tenemos idea de las que hemos premiado, eso es lo bonito de este tipo de concurso.
¿Qué puedes decirnos de los miembros del jurado?
Son algunos de los mejores expertos, tanto nacionales como internacionales en diversas tipologías de vino; generosos, espumosos… son especialistas en el arte de catar, y formadas en diversas universidades o en escuelas de sumillería, por lo cual cada uno con sus perfiles ha aportado muchísimo para intentar calificar las diversas tipologías de vino que se presentan, a fin de que ganen los justos merecedores.
Como director técnico de la feria, ¿qué significan para ti los premios Palacio?
Es una de las grandes citas anuales, puesto que al fin y al cabo muestran el espíritu de los expositores, cómo van cambiando las tipologías de vinos, los gustos del mercado, como salen vinos nuevos, y como año tras año los expositores, las bodegas y los consejos reguladores acuden a nuestra feria en busca de ser galardonados en cada una de las nueve tipologías que se premian.
¿Crees que estos concursos contribuyen a incrementar la competencia por la calidad?
Sin duda, y también los galardonados en cada una de las tipologías y ante el gran público. Como el veredicto lo dan grandes profesionales del sector, es un elemento a fijarse a hora de hacer compras, no sólo brindan notoriedad a los ganadores, sino que también le aportan en la mejora de su comercialización.
