La Croqueta es un tipo de preparado, que pese a tener sus orígenes en Francia, desde antes de los inicios del siglo XIX, sus recetas hoy están presentes en todo el mundo, como curioso manjar, tanto para ricos como pobres y, por supuesto, muy socorrido para los viajeros, para quienes desean obtener un alimento rápido, al margen de las muy conocidas McDonald´s.
Si de comida rápida fuéramos a hablar, indudablemente deberíamos mencionar a un preparado con mucha historia, algo olvidado, pero sin embargo con fuerte arraigo en América y otros países, capaz de satisfacer turistas de paso ligero, estamos hablando de la croqueta.
Pero tal platillo tiene la doble connotación de servir para una alimentación ligera y apresurada, como para un festín de campo, una reunión entre amigos o una mesa de alto vuelo, por tanto sirve la croqueta para muchos menesteres, y por tanto su historia constituye todo un recorrido sumamente interesante.
Manera ligera y fácil de preparar alimento, esta receta tiene la facilidad de llevar muchos y variados ingredientes, los que se tengan a la mano en cuanto al relleno.
Todos los libros de reseñas gastronómicas conducen a la paternidad del francés Antonin Cáreme, quien creó innumerables platos y modos de cocinar, y tuvo el mérito de introducir a la croqueta en las cocinas de los nobles.
Los relatos reflejan que Cáreme sirvió entre varios platos para un banquete al príncipe regente de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia la croqueta a la Royale. Esa ceremonia ocurrió el 18 de enero de 1817.
Las reseñas indican que las primeras croquetas eran solo de papas, con la posibilidad de incorporarle huevo.
De esa suerte Alejandro Dumas en una de sus crónicas de viaje a España y enviado a la boda de la infanta Luisa Fernanda con el duque de Montpensier, en 1846, refleja su receta favorita de croqueta de patata, sin hacer referencia a ninguna forma de preparado de este tipo en España.
Sin embargo, también aparece de manera reiterada este tipo de preparado en los Estados Unidos, bajo la influencia francesa, además de en la cocina inglesa clásica.
Por tanto, su difusión fue rápida debido a la manera sencilla de preparación. Pero la marca original sigue en Francia, en el primer tercio del siglo XIX a partir de la croqueta de papa, referida entre el recetario de las damas presbiterianas de Ohio y de la unión de vegetarianos teósofos de Norteamérica.
Pero estos procesos son paulatinos y a la par, pues además se registran preparados de estos tipos con proteínas animal, como es el caso de un libro de cocina estadounidense que refleja en el lejano 1857 las croquetas de pollo.
Otro elemento curioso lo aportan los habitantes del condado de Oseola en Iowa, también Estados Unidos, pues al enfrentar las plagas de langosta en 1892 y eliminarlas, fabricaban croquetas y sopas con estos saltamontes.
Todo parece indicar que en España la introducción de la croqueta fue de manera más lenta y en el manual de Remetería no las menciona en 1837 ni el manual de Giménez Fornesa de 1871.
La croqueta no se menciona en España hasta el libro de Altimiras de inicios del siglo XX, y en clásicos para las recién casadas en el primer tercio del mismo siglo, en estos casos a partir de pollo, conejo, merluza o bacalao.
Aparecen en 1913 croquetas de pollo, vaca y dulces como populares en España, lo que parece cierto es el enriquecimiento de esta receta en la península Ibérica, pues consideran a la croqueta francesa como grande y dura, mientras las españolas son pequeñas, blandas y suaves.
En la actualidad, la croqueta es un plato barato, de pobres, y hasta para algunos franceses consiste en alimento para perros. Pero lo que si es cierto, es que dicha receta pulula en varias naciones y a muchos gusta, y en otros casos se deja para fiestas, como bodas y cumpleaños, o en mesas finas.
Sobre el particular hay variados detalles en Internet, en blogs de culinaria destinados a recetas, donde algunos coinciden en que la historia de la croqueta se remonta a la Francia del siglo XVIII, aunque en la actualidad es más popular en España, Portugal, y los Países Bajos.
El propio diccionario de la real academia RAE la definía en 1869 como Croqueta: vocablo proveniente del francés croquette; especie de fritura en pequeños trozos, ovalada con carne picada sea de ternera, gallina, o jamón, mezclada con leche y otro ingrediente, amasada con huevo y harina o pan rallado, que también puede ser de pescado, arroz con leche y crema.
Y recomiendan como ingredientes generales: aceite, cuatro cucharadas de harina, dos vasos de leche, sal, nuez moscada, una pechuga de pollo, un huevo y pan rallado.
Para la receta común recomiendan calentar, añadir la harina y darle vuelta hasta tener una pasta, adicionar leche poco a poco, hasta que la pasta sea compacta, agregar nuez moscada y sal, trocear el pollo, según el caso, y cocinarlo en sartén, para luego añadirlo.
A la pasta homogénea se le bate un huevo en vasija aparte, y preparar una tabla de pan rallado; la masa se forma de manera alargada, se moja en huevo y se reboza en pan rallado, para luego freír con abundante aceite. Pero si no quiere pasar trabajo, mejor la compra hecha y las disfruta igual.
