Los costos en la restauración

Creado: Dom, 08/07/2012 - 14:49
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Por : Lic. Rigoberto Fernández Padilla y M.Sc. Mario Ángel Escalona Serrano
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Los costos en la restauración

 

Los costos en la restauración
 
Por : Lic. Rigoberto Fernández Padilla y M.Sc. Mario Ángel Escalona Serrano
 
Si usted tiene planeado operar un restaurante, ante todo deberá elegir entre una gran variedad de establecimientos diferentes, cuál es el que usted desea establecer, el punto comercial donde lo quiere poner y la factibilidad del mercado.
 
El tamaño de un restaurante no tiene una pauta fija, los hay muy pequeños o muy grandes, para hablar solo de los extremos. Pero lo importante es que cuenten con los servicios básicos para ofrecer la mayor comodidad a los clientes (agua y cuarto de baño), además de una cómoda y amplia cocina. 
 
Si el objetivo de un restaurante es ofrecer un servicio, también lo es obtener entradas suficientes para que el negocio sea la fuente principal de ingresos del propietario.
 
Cuando decimos un nuevo restaurante, nos referimos a establecer uno desde el principio, es decir, que no compramos un lugar ya establecido. Para ello primero debemos contar con un capital adecuado, y usarlo celosamente respondiendo a dos pregunta primordiales: ¿Cuáles gastos son necesarios? ¿Cuánto debe gastarse en cada desembolso?
 
El primer punto en la lista, y que además es sumamente importante, es la ubicación de un buen local o la construcción de uno, pues hasta que no se sabe qué cantidad habrá que invertir en la construcción no podemos calcular un presupuesto o plan para el equipo de trabajo que necesitamos.
 
Resulta mucho más sensato alquilar un espacio en el sitio deseado. Y si es con opción a compra mucho mejor, pues resulta un tanto complicado o peligroso (económicamente hablando) la construcción de un restaurante desde sus cimientos, debido a cómo fluctúan los precios del material de construcción. Se corre el riesgo de quedarse sin dinero y no terminar de construir.
 
VENTAS CON METAS REALES
 
Es importante fijarse una meta en cuanto al volumen de las ventas y calcular después el capital necesario para alcanzar esa cifra, o bien se puede empezar con el capital disponible y calcular las ventas que deben obtenerse con esa inversión y el monto que de ellas se continuará reinvirtiendo.
 
Esta inversión de capital, siempre y cuando se haga prudentemente, proporciona equipos y muebles que deberán resultar los adecuados para un negocio en expansión. Sin embargo, siempre es una buena idea que, al calcular el presupuesto para un negocio nuevo, se tenga en mente el ingreso más bajo que pueda justificar la inversión.
 
Además del capital requerido para adecuaciones constructivas, equipos y amueblado en un negocio nuevo, debe apartarse una reserva de efectivo, o un capital circulante inicial, que cubrirá los gastos hasta el momento en que los ingresos regulares provenientes del negocio resulten suficientes para sustentarlo.
 
Un error muy común en ese sentido es invertirlo todo y no pensar en guardar capital para cubrir los costos iniciales de operación, que muchas veces no pueden ser protegidos con las primeras ventas, lógicamente bajas.
 
Entre los gastos de una nueva inversión a punto de abrir debe pensarse en: 
 
Gastos de organización, como son los legales, honorarios por consultas y gastos personales.
Gastos anteriores a la apertura: El costo de prepararse para la apertura del restaurante, las provisiones de limpieza, publicidad, seguro, servicio de transporte, cambio para el cajero y otras.
Depósitos para los servicios públicos, que deberán sumar aproximadamente dos o tres veces la cantidad de las cuentas mensuales anticipadas. Es bueno saber cuanto costarán aproximadamente la electricidad, agua, teléfono, impuestos, etc., para tenerlos cubiertos mientras el negocio se establece definitivamente
Inventario inicial de comida, que deberá ser equivalente a más o menos las ventas de tres días. Es bueno contar con un inventario amplio para los primeros días, pues las compras se podrán reducir si las ventas iniciales no son tan altas como se anticipó.
Una cantidad para cubrir la nómina por lo menos durante dos semanas.
Un fondo de emergencia, lo más fuerte posible, para  cubrir gastos inesperados que seguramente se presentarán.Los costos en la restauración
Si usted tiene planeado operar un restaurante, ante todo deberá elegir entre una gran variedad de establecimientos diferentes, cuál es el que usted desea establecer, el punto comercial donde lo quiere poner y la factibilidad del mercado.
 
El tamaño de un restaurante no tiene una pauta fija, los hay muy pequeños o muy grandes, para hablar solo de los extremos. Pero lo importante es que cuenten con los servicios básicos para ofrecer la mayor comodidad a los clientes (agua y cuarto de baño), además de una cómoda y amplia cocina. 
 
Si el objetivo de un restaurante es ofrecer un servicio, también lo es obtener entradas suficientes para que el negocio sea la fuente principal de ingresos del propietario.
 
Cuando decimos un nuevo restaurante, nos referimos a establecer uno desde el principio, es decir, que no compramos un lugar ya establecido. Para ello primero debemos contar con un capital adecuado, y usarlo celosamente respondiendo a dos pregunta primordiales: ¿Cuáles gastos son necesarios? ¿Cuánto debe gastarse en cada desembolso?
 
El primer punto en la lista, y que además es sumamente importante, es la ubicación de un buen local o la construcción de uno, pues hasta que no se sabe qué cantidad habrá que invertir en la construcción no podemos calcular un presupuesto o plan para el equipo de trabajo que necesitamos.
 
Resulta mucho más sensato alquilar un espacio en el sitio deseado. Y si es con opción a compra mucho mejor, pues resulta un tanto complicado o peligroso (económicamente hablando) la construcción de un restaurante desde sus cimientos, debido a cómo fluctúan los precios del material de construcción. Se corre el riesgo de quedarse sin dinero y no terminar de construir.
 
VENTAS CON METAS REALES
 
Es importante fijarse una meta en cuanto al volumen de las ventas y calcular después el capital necesario para alcanzar esa cifra, o bien se puede empezar con el capital disponible y calcular las ventas que deben obtenerse con esa inversión y el monto que de ellas se continuará reinvirtiendo.
 
Esta inversión de capital, siempre y cuando se haga prudentemente, proporciona equipos y muebles que deberán resultar los adecuados para un negocio en expansión. Sin embargo, siempre es una buena idea que, al calcular el presupuesto para un negocio nuevo, se tenga en mente el ingreso más bajo que pueda justificar la inversión.
 
Además del capital requerido para adecuaciones constructivas, equipos y amueblado en un negocio nuevo, debe apartarse una reserva de efectivo, o un capital circulante inicial, que cubrirá los gastos hasta el momento en que los ingresos regulares provenientes del negocio resulten suficientes para sustentarlo.
 
Un error muy común en ese sentido es invertirlo todo y no pensar en guardar capital para cubrir los costos iniciales de operación, que muchas veces no pueden ser protegidos con las primeras ventas, lógicamente bajas.
 
Entre los gastos de una nueva inversión a punto de abrir debe pensarse en: 
 
Gastos de organización, como son los legales, honorarios por consultas y gastos personales.
Gastos anteriores a la apertura: El costo de prepararse para la apertura del restaurante, las provisiones de limpieza, publicidad, seguro, servicio de transporte, cambio para el cajero y otras.
Depósitos para los servicios públicos, que deberán sumar aproximadamente dos o tres veces la cantidad de las cuentas mensuales anticipadas. Es bueno saber cuanto costarán aproximadamente la electricidad, agua, teléfono, impuestos, etc., para tenerlos cubiertos mientras el negocio se establece definitivamente
Inventario inicial de comida, que deberá ser equivalente a más o menos las ventas de tres días. Es bueno contar con un inventario amplio para los primeros días, pues las compras se podrán reducir si las ventas iniciales no son tan altas como se anticipó.
Una cantidad para cubrir la nómina por lo menos durante dos semanas.
Un fondo de emergencia, lo más fuerte posible, para  cubrir gastos inesperados que seguramente se presentarán.

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Por : Lic. Rigoberto Fernández Padilla y M.Sc. Mario Ángel Escalona Serrano