Raquel cocina cada día solo para dos comensales, pero la elegancia y el sabor de sus presentaciones la hacen referencia obligada.
Sus clientes potenciales deben reservar con meses de antelación para poder disfrutar de las maravillas de la "petite cuisine", que como su nombre lo indica, no es más que una pequeña cocina de la chef londinense Rachel Khoo; una habitación, una mesa, dos sillas, una estufa y un fregadero.
El refrigerador y los utensilios se encuentran en el salón que algún día fue apartamento en Belleville, donde Raquel no sólo trabaja sino que vive.
Los comensales consumen un menú que incluye una comida de tres tiempos, con vino y agua. Y todo por sólo 25 euros, lo que significa apenas una contribución para cubrir los costos.
Pero no es sólo moda, ya que el restaurante ofrece alta calidad: las recetas de Rachel Khoo son un compendio de la cocina francesa reinterpretado a lo contemporáneo, y se convertirán en un libro en 2012.
