Las trufas de chocolate son uno de los bocadillos más sustanciosos y elegantes en cualquier mesa gourmet, y son elaboradas con una mezcla cremosa de chocolate, crema y mantequilla, a la cual se le agregan condimentos diversos (licores, extractos, frutos secos, café, especies, azucares o frutos secos).
Esta mezcla es realmente una imitación de la fungosidad real de la trufa que crece alrededor de las raíces de determinados árboles en Francia e Italia.
Una vez que las trufas se forman son enrolladas en cacao polvo para simular la 'suciedad' en la que se cultivan las trufas reales, y aunque este es recubrimiento tradicional, también pueden estar revestidas de confituras como capas de pastel, azúcar, trocitos de frutos secos, chocolate templado e incluso coco rallado.
El sabor y la calidad de la trufa se determinan primordialmente por la calidad de chocolate y el cómo sean tostados los granos de este.
Muchos granos son machacados en un licor de chocolate, y posteriormente se le agrega manteca de cacao y otros ingredientes.
Si se quiere lograr una trufa con sabor de avellana una buena idea es agregar licor Frangelico al chocolate y a la mezcla de crema y luego recubrirlo con avellanas picadas en trocitos.
Si lo que prefiere es una con sabor a café le pone aproximadamente una cuchara de polvo de café expreso en la crema y luego agregue licor Kahua o Tia a la mezcla de la trufa.
Para lograr sabores a fruta puede hacer usar dos cucharas de puré de la fruta elegida y algún licor o macerar el puré en alcohol cerca de 10-15 minutos.
Hay variaciones interminables para hacer trufas y cada una puede lograrse experimentando con el ingrediente que más guste.
Como las trufas se almacenan muy bien, pueden estar refrigeradas un par de semanas o congelarse varios meses, aunque las más convenientes son aquellas que son servidas a temperatura ambiente.
Preparación de una trufa:
Coloque el chocolate picado en trocitos en un tazón mediano de acero inoxidable y derrítalo hasta que tenga una pasta homogénea. Unte con mantequilla una cacerola pequeña y caliente la crema hasta que rompa a hervir, agregue el licor y deje reposar hasta el otro día.
Coloque sus recubrimientos para las trufas en un plato. Saque la mezcla de la trufa del refrigerador. Dele forma de pelotas redondas o moldeadas al tamaño de un mordisco e inmediatamente comience a rodar la trufa en el chocolate y posteriormente en el recubrimiento elegido. Deje reposar en el refrigerador hasta el momento de servirse.