Algunas pocas bodegas familiares mantienen sistemas de elaboración de sus vinos basados en antiguas teorías heredadas de sus antepasados. Las fases lunares, por ejemplo, marcan el ritmo de los trabajos en la viña y dentro de la bodega.
¿Influye la luna en la calidad del vino en función de la fase en que se encuentra cuando se podan las viñas, cuando se vendimia o cuando se trasiega de un depósito a otro? ¿Tiene la astrología algo que decir también en determinados momentos del ciclo de crecimiento, recogida de la uva y elaboración de los vinos?
¿Es cierto que las plantas tienen más resistencia a las plagas y enfermedades si se evita el uso de pesticidas y se permite la subsistencia de determinados organismos que actúan de forma natural contra los patógenos? ¿Son efectivos los tratamientos con microorganismos conseguidos por medio del método consistente en enterrar un cuerno de vaca lleno de estiércol durante todo el verano?
La respuesta será afirmativa en todos los casos con la teoría biodinámica del cultivo de la vid, una práctica basada en la experiencia de cientos o de miles de años de actividad agrícola humana y que desde algunos sectores se considera trasnochada e incluso cercana a la magia y la brujería.
"Tenemos un enólogo que lleva varias bodegas y nunca había creído en el influjo de la luna, pero nosotros siempre hacemos los trabajos más importantes cuando hay menguante. Un día, lo llamé para hacer análisis durante el trasiego de depósitos y me dijo que no podía venir porque estábamos en menguante y tenía que acabar la faena en otra bodega. Cambió de parecer después de comprobar como se clarificaban algunas botellas de vino que se había dejado olvidadas en el laboratorio".
Quien cuenta esta anécdota es José Antonio Fandos, propietario de la Bodega Fandos y Barriuso, que elabora los vinos Fanbar en la localidad turolense de Samper de Calanda, acogidos a la zona de Vinos de la Tierra del Bajo Aragón.
"Nosotros trabajamos así porque lo hacían nuestros padres y nuestros abuelos y hemos podido comprobar que el vino no es tan bueno si no se respetan las fases lunares", señala Fandos, quien afirma que incluso los sarmientos de la poda "acaban desechos por la carcoma si no se cortan en menguante".
Aunque no llegan a estudiar la posición de los astros, en Fandos y Barriuso sí son respetuosos con el uso de productos que no sean naturales. Por ejemplo, para defenderse de las enfermedades utilizan el caldo bordelés, una mezcla de cobre y cal, y como único abono para las 80 hectáreas de viñas emplean estiércol de oveja. La clarificación del vino se hace también por sistemas tradicionales, trasegando de unos depósitos a otros, en menguante por supuesto.
De la bodega sale un extenso abanico de referencias de vinos, algunos elaborados con variedades autóctonas prácticamente desaparecidas, como el romero de Híjar, la royal de Alloza o la teca.
Otra empresa que basa su filosofía en la experiencia de sus antepasados y que se enmarca en estas prácticas biodinámicas es Bodegas Pablo, de Almonacid de la Sierra (D. O. Cariñena). De aquí salen los prestigiosos vinos Gran Viu (disponible en tres referencias: Finca Santiaga, Garnacha del Terreno y Selección) y la gama del Menguante, una denominación muy acorde con el tipo de agricultura que practican.
"Es nuestra filosofía de trabajo porque creemos en ella y nos permite hacer vinos de una gran calidad, en los que se refleja la personalidad del terreno, aunque la producción no llegue a ser la que otros consiguen utilizando hasta cinco o seis tipos de pesticidas cuando sulfatan las viñas", dice José Pablo, responsable de la bodega.
Además de actuar cuando la luna mengua porque hay menos actividad biológica, en Bodegas Pablo permiten que las diferentes materias orgánicas que participan en el ciclo biológico hagan su función. Además, contra algunas plagas utilizan técnicas totalmente respetuosas con el medio ambiente, como el método de confusión sexual con feromonas.