Hace unas semanas anunciabamos en esta nota que Le Dîner en Blanc, el picnic más grande y exclusivo del mundo se celebrará en Cuba el próximo 24 de noviembre. La franquicia francesa con oficinas en Canadá, accedió a la idea de realizar una "cena blanca" en La Habana, tras meses de negociaciones y por iniciativa de varios de sus organizadores,
El evento ha tenido lugar en más de 80 ciudades alrededor del mundo, como Tokio, Madrid, Montreal, Nueva York y la propia ciudad de París, que el 3 de junio pasado acogió la celebración por el trigésimo aniversario de tan inusual convite con 17 mil invitados procedentes de todo el mundo.
"Lo curioso de Le Dîner en Blanc es que todo el mundo pueda compartir. Las personas que se registran para asistir no pueden ir solas, deben ir acompañadas de otra pareja, sin diferencia de sexos", explicó a Caribbean News Digital Richy Miranda Cortese, estratega de mercadotecnia de t2Marketing International, una de las entidades encargadas de la organización del evento.
Miranda Cortese indicó que "a diferencia de otros eventos sociales que llevan una campaña masiva de mercadeo por parte de los medios de comunicación convencionales, como la radio, la televisión o la prensa, y aunque el evento es cubierto por la prensa internacional, el trabajo de acreditación y convocatoria es más personalizado porque las personas reciben una invitación personal en su correo electrónico y tienen, a partir del momento en que la reciben, cierto tiempo para registrarse".
"Lo realmente significativo es que una vez que se celebre en La Habana, la capital cubana seguirá siendo ciudad sede del evento, con la única variación en el sitio que se escoja", dijo Alain Diego Marrero, CEO de Summitour Travel Agency Inc., la agencia que, junto con el receptivo cubano Paradiso, atiende el movimiento de los invitados hacia La Habana. Marrero aclaró que no ser miembro de Le Dîner en Blanc no impide a alguien asistir al gigantesco picnic.
"Si alguien se entera o tiene conocimiento de que va a ocurrir un Le Dîner en Blanc en alguna ciudad, en caso que nadie lo haya invitado o que no sea miembro del evento, se puede inscribir y pasar a una lista de espera. Todo va a depender de la capacidad de la sede del evento en cada ciudad," argumentó.
La multitud arriba en buses, pues como el destino es desconocido, los organizadores trasladan a los participantes simultáneamente.Uno de los encantos que tiene Le Dîner en Blanc es que los participantes se bajan de los buses y en ese momento se enteran dónde es que van a cenar. Siempre hay dos puntos de recogida, que nosotros denominamos de "acopio", que es donde los comensales se reúnen para tomar los buses. Ni siquiera el chofer del bus sabe el lugar del evento. Se le va haciendo saber según se mueve por la ruta, y se le indica por dónde debe tomar, explicaron los organizadores.
Luego se bajan en un punto acordado donde recogen sus mesas, sillas y la mantelería, y comienzan a colocarla en una ubicación según la nomenclatura alfanumérica establecida para cada evento. La unión de las mesas puede agrupar hasta cien comensales que compartirán la noche, la comida, el vino y las pláticas.
Cielito Rosado, chef dedicada a la cocina artesanal y a cargo del menú ligero de picnic en Le Dîner en Blanc, aseguró que lo que se pone en la mesa generalmente es comida fría, propia para "picar", y que, para el caso de La Habana, estará compuesto por elementos autóctonos de la cocina cubana.
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