El flat white es el nuevo café en tendencia, una receta digna del más fino barista, pues se encuentra a medio camino entre un sofisticado e internacional latte y el más típico cortado español. En el día internacional del flat white resaltaremos que si bien las diferencias con ellos no son obvias, a buen paladar, pocas palabras. El flat white es el primo refinado del café au lait y el capuccino, acompañado de una presentación elaborada gracias a la cremosidad extra con la que se elabora este moderno café.
El café más controversial de los últimos tiempos
El flat white se encuentra ahora mismo en cada carta de las cafeterías de especialdiad más de moda de cada capital, pero no es tan nuevo como pensamos. Reafirmamos que la moda es cíclica, incluso para el café. Esta taza se populariza en Oceanía, entre Australia y Nueva Zelanda, en los años 80 del siglo pasado. Nace del rechazo de los oceánicos a la abundante espuma del latte italiano, que al parecer entienden que resta sabor a los buenos cafés que importados. Por eso, el café comienza a pedirse en modo “flat”, plano, que les permitiría saborear el gusto de su espresso sin una cantidad excesiva de leche o de la espuma, que se entiende aporta demasiado aire a la leche. En lo que sí están de acuerdo todas las partes es en que la microespuma es el ingrediente esencial de esta bebida.
Parece difícil que un café sea polémico. Por una parte, en Nueva Zelanda comentan que la receta debe incluir dos cargas de espresso, mientras que en Australia se opta tan solo por una. A nivel profesional, muchos baristas aseguran que la mejor opción será el ristretto doble. Por eso, al expandirse fuera de Oceanía sigue necesitando de mil lecciones para aclarar su composición.
¿Cómo se hace el flat white? ¿Qué tengo que pedir exactamente?
No es fácil diferenciarlo por a primera vista, por eso cabe aclarar que el Flat White es un café más pequeño que el latte pero más concentrado en todos sus ingredientes, lo que crea un balance perfecto entre café fuerte y microespuma cremosa que suponen una deliciosa y concentrada bebida para los amantes cafeteros. Se sirve generalmente en taza de cerámica de unos 170 gramos, de los cuales 150 ml serán la leche ligeramente espumada.
Su popularidad en el mercado del café surge de la migración de australianos y neozelandeses a Europa y América. Se cultiva en las cafeterias llamadas de tercera generación, o especialidad, cada vez más comunes, debido al mayor interés que muestran los usuarios por el café que toman a diario. También es el flat white un artículo de lujo en muchas ocasiones, lo que lo hace exclusivo por su elaboracion y sabor únicos a pesar de sus similitudes con otras variantes.
Popular a pesar de todo, el flat white es la nueva sensación cafetera
Pedir un flat white puede llegar a ser un motivo de discusión para los más amantes del café. Para el resto, nos limitaremos a confiar en la buena mano del barista que pone su mano y disfrutar de un café especialmente sedoso y con la fuerza necesaria para no dejar indiferente al consumidor. Eso sí, no olvides preguntar por la elaboración exacta, ya que puede ser un café de los más personal, y sobre el que parece que vale la pena hacer un trabajo de investigación de paladar, para tomar un flat white hecho a la mejor medida.
