El chef español Santi Santamaría, uno de los grandes íconos de la gastronomía mundial, murió repentinamente este miércoles en su restaurante de Singapur, a los 53 años, mientras enseñaba su nuevo local a un grupo de amigos españoles que le acompañaban.
Excelencias Gourmet se une al dolor de familiares y amigos por esta irreparable pérdida de quien siempre fuera uno de los máximos exponentes de la cocina española e internacional.
"¿Conoces el comedor? Ven conmigo que te lo enseño. ¡Huy qué bajón de glucosa me está dando!", fueron sus últimas palabras, medio en broma, antes de desplomarse frente a amigos y a su hija Regina, quienes habían viajado a Singapur para celebrar la presentación pública de su nuevo establecimiento, Santi, situado en el lujoso resort Marina Bay Sands de Singapur.
Mientras los invitados degustaban platos creados poco antes por el famoso chef, como el gazpacho, la ostra escabechada, los pinchos morunos, el pulpo al romesco y otros platillos que el ilustre cocinero había preparado para el evento, Santi Santamaría se fue rodeado de gente que le apreciaba y haciendo bromas hasta el último minuto sobre la vida y la cocina.
El chef, primer cocinero catalán en lograr tres estrellas Michelín, había saltado en 2008 a las primeras planas tras atacar el uso de productos químicos en la cocina de vanguardia liderada por su colega Ferrán Adriá.
Cocinero autodidacta, Santamaría se hizo famoso sin moverse de Sant Celoni, su pueblo natal al norte de Barcelona (noreste de España) donde desde hacía más de 20 años dirigía "El Racó de Can Fabes", un restaurante tres estrellas Michelín desde 1994.
Luego obtuvo dos estrellas por el restaurante madrileño "Sant Celoni" y una más por "Evo", instalado en un hotel de Barcelona, además de una séptima por su restaurante Tierra, situado en el Valdepalacios Hotel Gourmand, en la localidad de Valdepalacios al oeste de Madrid.
Además abrió en 2008 el restaurante Ossiano, ubicado en el Atlantis the Palm, en la costa de Dubái.
Santamaría, también habitual colaborador semanal con una página sobre gastronomía en el diario barcelonés La Vanguardia, impulsó una polémica en 2008 al atacar algunos métodos e ingredientes de la denominada comida de vanguardia.
"Nos jugamos un tema de salud pública. Ahora se legitiman formas de cocinar que se apartan de las tradiciones y usan productos químicos, como la metilcelulosa, cuyo consumo puede ser perjudicial. ¿Hay que sentirse orgullosos de una cocina, la molecular o tecnoemocional, abanderada por Ferrán Adriá y su cohorte de seguidores, que llena sus platos de gelificantes y emulsionantes de laboratorio?", había afirmado Santamaría.
El chef español, Premio Nacional de Gastronomía en 2009, había hecho estas declaraciones tras la publicación de su libro "La cocina al desnudo", uno de los varios que publicó durante su vida, entre los que figuran títulos como "El mundo culinario de Santi Santamaria. El gusto de la diversidad", "La cocina es bella" o "El restaurante".
Blanco de críticas y elogios a partes iguales por sus colegas tras sus declaraciones, este miércoles la opinión unánime coincidía en la pérdida que supone su muerte para la cocina española y mundial.
Santamaría siempre luchó "por los productos de su tierra", afirmó el cocinero vasco Juan Mari Arzak, mientras que su colega Martín Berasategui insistió en que Santamaría "cambió la gastronomía a nivel mundial.
Fuerte defensor de la cocina doméstica y la proliferación de la "cocina-espectáculo", porque opinaba que se usan ingredientes y métodos industriales en detrimento de la calidad y la
naturaleza de los productos, era paradójicamente un contricante amigable de Ferrán Adrià, uno de los máximos exponentes de la cocina fusión, quien declaró sentirse desolado tras la muerte de Santi.
Santi Santamaria era uno de los 7 españoles con la calificación top de la guía francesa (junto con los catalanes Carme Ruscalleda, Ferran Adrià y los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca; y los vascos Juan Mari Arzak, Martín Berasategui y Pedro Subijana).
Ahora, estaba en pleno desarrollo internacional. “Es un gran momento para la expansión; nosotros (la cocina española) somos I+D; es el momento de los emprendedores”, afirmó Santamaria, en una entrevista con el diario Expansión, en la inauguración en junio de su local en Singapur.
Como gastroempresario, sus negocios suman una facturación de unos 4 millones de euros y 170 empleados.
La semana pasada, fue abuelo y conoció a su nieto antes de volar a Singapur. También era un activo bloguero.
