Rapa Nui es la nueva denominación de origen de vinos de Chile. Situada en la Isla de Pascua, ya el lugar no es solo reconocido por sus estatuas, sino que su vino también ha decidido ser monumental. El país andino buscaba expandir sus zonas vitivinícolas y lo ha conseguido hacia el sur y alejada en 3500 km de la costa central chilena.
Con esta ya son dos Denominaciones de Origen nuevas. La otra es la D.O. Chiloé, ubicada en la Patagonia. Unidas por el vino y el turismo, se trata de dos zonas que buscan que el enoturismo se convierta en una renovada tendencia turística para Chile. Tal como avalan los datos ambientales, la expansión de las zonas vinícolas a estas áreas sureñas responde al cambio climático, aunque, sorprendentemente, de una forma positiva, aseguraba Alfonso Undurraga, presidente de Vinos de Chile.
El proyecto Rapa Nui es bastante reciente, pues nació hace apenas un año. Con los esfuerzos de los habitantes de la isla, Rapa Nui ha conseguido la etiqueta Denominación de Origen, comentaba José Mingo, uno de los primeros productores de vino en la Isla de Pascua.
Gracias a la inclusión de Rapa Nui en tal reconocida etiqueta, Chile ahora cuenta con 41 nuevas variedades de uva, de las cuales 19 son blancas y 22 tintas, totalizando 88 variedades de uvas. De entre las nuevas, Chasselas, Garnacha Blanca, Fiano, Garganega y Greco di Tufo son algunas de las más reconocidas.
El mundo del vino está de celebración y es que algo bueno debía de traer el cambio climático. La Isla de Pascua y la Patagonia eran regiones demasiado frías para producir vino, pero con el calentamiento global, ahora pueden producir nuevas variedades que se mantienen y en la producción son ricas y gustan al consumidor. La diversidad, riqueza y diversificación de un producto nunca había podido vencer a la controversia tan fácilmente.