El popular actor de cine y televisión fue el encargado de inaugurar la presente edición de esta celebración, que vuelve a producirse tras dos años de restricciones sanitarias. El sábado se celebraba en la localidad zaragozana uno de los actos más emblemáticos de esta fiesta, como es el acto de Exaltación del Vino, por el que se ha producido el pisado de las uvas, el encendido de la Fuente de la Mora y la apertura de la Plaza del Vino.
Acompañando al intérprete cántabro estaban también el presidente del Consejo Regulador, Antonio Ubide, quien puso de manifiesto la importancia de “estar unidos para poner a Cariñena en el lugar que se merece”, y el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, quien expresó que “Cariñena es una marca que nos llena a todos de orgullo”, además de otras autoridades asistentes a la celebración.
Los actos en torno a esta festividad continuaban durante la jornada del domingo con un evento especial, enmarcado en la celebración del 90 aniversario de la Denominación, en el que se homenajeó a título póstumo al enólogo, Luis Gasca, quien dio un impulso decisivo a los vinos Cariñena. También actuó el famoso cómico Leo Harlem, quien, al igual que Resines, plasmó sus manos en el Paseo de las Estrellas.
Ganador de un Goya por su papel en ‘La buena estrella’ y archiconocido por su interpretación de Diego Serrano en ‘Los Serrano’, Antonio Resines hizo gala en su discurso de su habitual sentido del humor para agradecer su elección como Invitado de Honor “muy merecidamente” y despertó las risas del público asistente cuando expresó que su experiencia en el mundo del vino es “muy limitada en todas sus vertientes, menos en el vino de Cariñena, que lo sé todo en la vertiente turística, la gastronómica y la sexual.” Así, aseguró haber estado ya en la ciudad en 1585, cuando Felipe II la visitó y haber sido el que le ofreció la fuente de vino que hoy día sigue caracterizando a la Fiesta de la Vendimia.
Tras haber superado el oscuro episodio que le tuvo en el hospital durante más de un mes, a consecuencia de haberse contagiado de Covid-19, Antonio Resines no quiso perderse esta fiesta declarada de Interés Turístico en Aragón, y quiso señalar que “con el tesón y la fuerza de los aragoneses, saldremos adelante todos y el sector del vino especialmente”.
Por su parte, Antonio Ubide, el presidente del Consejo Regulador, destacó el carácter resiliente de Resines, “un ejemplo de luchador en esta enfermedad que nos tuvo a todo el país en vilo”. Sobre los retos a los que se enfrenta el sector del vino quiso poner en evidencia las múltiples crisis a las que se ha tenido que enfrentar en estos últimos tiempos, como la pandemia de la Covid-19 o la crisis energética global, señalando que “ya no se pueden sumar más desgracias en este periodo de crisis, que nos lo está haciendo pasar mal y genera incertidumbres. Tendremos que ser muy diligentes para poder hacer frente, con la ayuda de las instituciones, a esta situación, con el fin de que podamos seguir presumiendo de que el sector del vino del Campo de Cariñena mantiene a sus gentes en el territorio”.
No dudó tampoco en poner de manifiesto los retos a los que se enfrenta la D.O.P., como “no hacer caso, en los momentos de debilidad, a ofertas que nos llevan al cortoplacismo” o “no caer en el error de abandonar la vid.” Aprovechando la presencia del presidente del Gobierno de Aragón en el evento, se dirigió a él para hacerle dos peticiones: “Las instituciones más que nunca, tienen que prestar ayuda a los que peor lo estamos pasando para que podamos aliviar el bache” y que las zonas de viñedo “queden a salvo de la instalación de energías renovables”.
En este sentido, Javier Lambán aseguró que “no habrá paneles en los viñedos porque Cariñena es una marca que nos llena a todos de orgullo.”, y expresó la importancia del trabajo realizado en el pasado: “Nuestros abuelos fueron verdaderos visionarios que se dieron cuenta de que reivindicar la calidad iba a ser el camino del éxito.”
La Denominación de Origen Protegida Cariñena está ya inmersa estos días en plena campaña de vendimia, en la que se prevé recoger algo más de 65 millones de kilos de uva, de gran calidad, según recogen los informes técnicos. La campaña 2022 ha venido marcada por las fuertes olas de calor y sequía de este verano que han adelantado hasta dos semanas las fechas medias de la vendimia. La Denominación abarca una superficie total de 14.110 hectáreas, repartidas por 14 municipios. Un 75% se vendimia ya de forma mecánica.
