Argentina es más que Malbec, como suelen defender en esas tierras latinoamericanas. Argentina, eso sí, es del vino, de la cultura vitivinícola, de bodegas, de la gastronomía, de enamorar paladares con sabores fruto de años de historia y diversidad.
El vino no puede faltar y es, a la par de amado por los nacionales, un producto que ha posicionado a la Argentina en el mercado mundial. Actualmente, el país está en el top de los grandes productores de vino a nivel global, junto con mercados como Italia, España, Francia y Estados Unidos.
En su extenso territorio, posee más de 220 mil hectáreas de viñas plantadas, creando vino en 19 de las 23 provincias más la Ciudad de Buenos Aires que componen al país. Como quinto productor de vino, y junto a destinos como Australia, Estados Unidos, Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda, compone el llamado Nuevo Mundo Vitivinícola.
Aunque el Malbec es la cepa representativa a nivel mundial, ya que se convirtió en la favorita de consumidores extranjeros, existe una gran variedad de grandes vinos, los cuales se producen a partir de otras uvas dando lugar a algunos que también son muy vendidos en el exterior: Chardonnay, Sauvignon blanc, Cabernet franc y Cabernet Sauvignon, entre otros.
Bodegas en Argentina
Ante el papel que representa el vino en la economía nacional y el prestigio alcanzado por Argentina a nivel internacional en cuanto a la cultura vitivinícola y la enología, es justo mirar hacia la labor de las bodegas argentinas.
Gran por ciento de estas se encuentran agrupadas en Bodegas de Argentina, una cámara empresarial que es fruto de la unión del Centro de Bodegueros de Mendoza y la Asociación Vitivinícola Argentina. La entidad, como subraya en su sitio web, responde a los nuevos tiempos.
El crecimiento de las bodegas de vinos argentinas no se detuvo a pesar de la llegada de la pandemia y muchas poseen gran éxito a nivel internacional. Algunas como la Bodega Trivento, la Bodega Norton, la Bodega Luigi Bosca y la Bodega Chandon, se encuentran entre las más reconocidas.
Tal es el trabajo de las bodegas argentinas, que cuatro de ellas se encuentran ubicadas entre las 50 mejores del mundo. Así se dio a conocer en la edición de 2022 de los World's Best Vineyars, que se entregaron en Valle de Uco, Mendoza, el año pasado. En este evento, que es similar a un "mundial de vinos", se premia y posiciona a las mejores bodegas del planeta.
Más de 60 especialistas internacionales, entre los que había sommeliers, arquitectos, enólogos, viajeros y empresarios de la industria vitivinícola, destacaron a cuatro bodegas argentinas en el ranking, escogidas por ser de las mejores experiencias enológicas.
Estas cuatro fueron: Catena Zapata, Luján de Cuyo, Mendoza (9); Trapiche, Maipú, Mendoza (17); El Enemigo Wines, Maipú, Mendoza (21) y Bodegas Salentein, Tunuyán, Mendoza (25).
La Bodega Familia Zuccardi, en Paraje Altamira, acogió el desarrollo del evento que por primera vez se llevó a cabo en Argentina, y esta, que resultó ganadora del máximo galardón en las últimas tres ediciones del premio (2019, 2020 y 2021), no pudo volver a participar por ser ganador, pero sí logró ingresar a lo que denominan "Hall of Fame" (Salón de la Fama) de los World's Best Vineyards.
El rol de la Argentina en el mercado mundial del vino debe mucho a los productores, a la calidad de los viñedos, sus tierras, y por supuesto, a las bodegas que defienden la imagen vitivinícola argentina en el panorama internacional.