Pesadillas y levantarse cansado por la mañana son dos situaciones de lo más desesperantes. Esto ocurre cuando el descanso nocturno no es óptimo y es que acostarse pronto no es suficiente: soñar tranquilamente es mucho más importante de lo que esperábamos.
Para hacerlo, podemos ayudar a la mente a relajarse y que nuestros sueños sean lo más placenteros posible, o al menos, no demasiado movidos, cuidando la alimentación. Importante es recordar esto en el Día del Sueño, que se celebra cada 14 de marzo.
Efectos de una mala digestión en el sistema nervioso
Aunque las pesadillas no siempre tienen una explicación – de hecho, casi nunca la tienen ya que las crea el subconsciente, la parte más irracional de la mente- sí influye lo que se ingiera por la noche a la hora de soñar. Los sueños vívidos o pesadillas son fenómenos que afectan directamente al estado físico y emocional de las personas debido a que interrumpen el descanso. La calidad del sueño tiene mucho que ver con una dieta y un horario equilibrados, por lo que existen algunos consejos que permiten hacer la mejor digestión antes de ir a dormir.
Comer dos o tres horas antes de acostarse
Evitar las proteínas y elegir los vegetales para las cenas
Evitar la cafeína, que dificulta conciliar el sueño, y el alcohol, que fragmenta el sueño y activa los neurodepresores.
Los alimentos con grasas y azúcares que se consumen antes de dormir pueden provocar pesadillas porque el cerebro los procesa como estimulantes y energizantes. Hablamos de un hecho científico, comprobado por un estudio de la revista Frontiers in Psychology.
El sistema nervioso activado a deshora y la mala digestión inducen a un sueño fragmentado. En este tipo de sueño superficial es que ocurren las pesadillas. Además, una dieta descuidada por la noche también puede activar o acelerar algunos trastornos del sueño.
La pesadilla del sueño: picante, cafeína y azúcar
Las comidas que se relacionan directamente con las pesadillas y un sueño inquieto son las comidas picantes, los estimulantes del azúcar y algunos alimentos que puedan incluir cafeína o nicotina como el tomate o el té. Igual ocurre con tomar chocolate o bebidas carbonatadas y energizantes antes de dormir.
Este fenómeno onírico puede llegar a ser desesperante y provoca miedos que alteran el estado ánimo de las personas. Comer bien es mucho más que cuidar la línea, estar atentos a dormir bien es esencial para la salud y si se puede atender a través de unos pocos consejos sobre la alimentación, más vale escucharlos.
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