El Grupo Excelencias Gourmet le propone el refrescante coctel Mojito Gourmet, elaborado por el primer maestro ronero de Santiago de Cuba, Don Navarro. Este coctel es el trago por excelencia del restaurante privado El Gourmet.
Ingredientes: U/M Cantidad:
Azúcar blanca Cucharadas 2
Jugo de limón Onzas ½
Havana Club Añejo Onzas 1 ½
3 años
Agua carbonatada Onzas ½
Hierba buena Hoja 5
Hielo Cubo 10-12
Modo de elaboración:
Se necesita una batidora eléctrica. En el vaso de la batidora, se vierte la azúcar blanca, el jugo de medio limón, las hojas de hierba buena, el hielo y el ron Havana Club Añejo 3 años. Se bate durante 30 segundos hasta obtener el punto frozzen, al final se completa con el agua carbonatada. Se adorna con rodaja de limón y ramita de hierba buena, se sirve en vaso de 8 onzas, con dos pajitas absorbentes.
Ron cubano: ciencia, mística y leyenda
Muy pocos logran sintetizar lo que sienten a través del aroma y el gusto como Don José Pablo Navarro, el más conocido Maestro Ronero de Cuba, quien demuestra que el ron cubano tiene mucho de ciencia pero también de mística, de modernidad y a su vez de leyenda.
Entre sus confesiones ha señalado que cada año, casi al llegar a su fin, prepara su propio ron blanco y su propio añejo, más o menos fuerte y aromático según le haya ido, para compartir y resumir, con familiares y amigos, las tristezas y alegrías que le ha deparado la vida.
Con la misión de rescatar y modernizar la producción de ron genuino cubano, casi al principio de la Revolución en la década del 60 del siglo pasado entró algo escéptico a la fábrica y las naves donde se almacenaban los rones, queriendo actualizar un proceso antiquísimo, que para él tenía más de mística que de verdadera ciencia.
Hoy reconoce que si bien el ron precisa de conocimientos científicos, lograr uno de calidad superior lleva también una buena dosis de poesía y leyenda.
“El ron cubano es hijo genuino de una herencia de siglos, transmitida de generación en generación por los maestros roneros, quienes han ideado una fórmula secreta que dominan muy pocas personas”, aseguró el maestro Don Navarro.
Explicó que los conocimientos se transmiten, a lo largo de los años, de maestros a discípulos, quienes no solo deben demostrar conocimientos, sensibilidad para la cata, sino también una buena dosis de humildad, de respeto y amor por una tradición de siglos, que va más allá del dinero o la gloria.
“Un maestro ronero es, ante todo, un apasionado de su oficio, una persona incapaz de traicionar los secretos que a él se confían, ni de renunciar a la responsabilidad de hacer perdurar la tradición. Es un científico, pero ante todo un artista”.
Hacer un ron es un proceso de creación, como pintar, componer, escribir, donde son importantes hasta los sentimientos, en sensaciones que deben paladear las personas cuando lo degusten.
“Por eso el ron cubano es genuino y único, porque es hijo de un clima especial, de las mieles de cañas de Cuba, pero a su vez de una tradición, de un quehacer. Y también por eso nadie ha logrado copiarlo, por mucho que se haya querido tergiversarlo.”
