Entre el 7 y 9 de marzo se llevó a cabo la tercera sesión de vinos rosados del Concurso Mundial de Bruselas, en el Domaine de Manse, a las afueras de Montpellier (Francia), donde fueron analizados cerca de 1 200 vinos rosados.
Fueron tres días en los que el jurado, con más de 50 miembros, y compuesto entre periodistas enólogos, compradores y formadores, procedentes de cuatro continentes y 20 países distintos, llevaron a cabo la evaluación de estas bebidas.
La sesión de vinos rosados estuvo dominada por los vinos de la región anfitriona, con casi un 15% de los vinos procedentes de la región Languedoc-Roussillon, la mayoría de los cuales pertenecen a la I.G.P. Pays d’Oc. La región vecina de Provenza también está muy bien representada, con cerca del 10% de los vinos inscritos. En el plano internacional, las regiones italianas de Apulia y Abruzos encabezan la lista, así como el Alentejo portugués y Castilla y León en España.
Este concurso es conocido por su rigurosa prueba de calidad, en la que solo los vinos que cumplen con los más altos estándares de excelencia son premiados con medallas de oro, plata o bronce.
Como certamen, es más que una oportunidad para los productores de vino de todo el mundo de dar a conocer sus productos, también es para fomentar la cultura del vino y establecer contactos y relaciones comerciales.
Se celebra anualmente desde 1994, ha logrado consolidarse como una referencia en el mundo del vino, gracias a su impecable organización y el alto nivel de calidad de los vinos participantes.
La ceremonia de entrega de los premios del Concurso Mundial de Bruselas 2023 tendrá lugar en ProWein el lunes 20 de marzo.
Fuente: SeVi, Vinetur
