Enoturismo: una ruta hacia el vino

Creado:
Autor:
Categoría
Enoturismo-Enoturistas-consumo-de-vino

Una iniciativa conjunta moviliza cada año a las principales ciudades vitivinícolas de Europa. Ante la fascinación por el mundo de la vid, quedan en un segundo plano las barreras culturales, idiomáticas o geográficas, e incluso las distancias que no pocas veces separan a expertos y aficionados. Quienes han participado alguna vez en las actividades por el Día Europeo del Enoturismo, saben que lo más importante es compartir una pasión, y vivir a plenitud la esencia de un producto milenario y su historia.

Más de 600 ciudades y municipios confirman esa realidad este 11 de noviembre. Recorridos por viñedos y bodegas, conferencias, catas, conciertos, organización de rutas vinícolas y otros eventos, integran un programa que pone en valor la riqueza cultural y patrimonial de diferentes regiones, y no solo las interioridades relacionadas con el cultivo, la producción o el comercio.

Desde el 2009, la Red Europea de Ciudades del Vino promueve esta celebración el segundo domingo del mes de noviembre, con el propósito de divulgar la cultura vitivinícola, contribuir a su difusión internacional y homogeneizar los estándares de calidad en las rutas del vino de todos los países del Viejo Continente. Pero también para orientar la atención hacia el enoturismo como un poderoso catalizador del desarrollo económico, principalmente en zonas  emblemáticas dentro del universo vinícola.

Como ya es habitual, las propuestas para celebrar la fecha varían según las características de cada destino. Las Rutas del Vino en España, por ejemplo, ofrecen una programación especial que incluye paseos por viñedos, circuitos enológicos en bicicleta y en barco, degustaciones de productos tradicionales, talleres, y atractivas experiencias que combinan el vino con la música, el cine, el teatro, la historia, la etnografía, el senderismo, el turismo ecuestre y los viajes en globo.

Al ser una experiencia versátil, el enoturismo o turismo enológico emerge como una actividad que cautiva a los viajeros debido al peculiar encanto de las zonas de producción vinícola. Entre las principales motivaciones que han favorecido su auge están conocer de primera mano los caldos más representativos y la filosofía de la bodega (cómo piensa el enólogo, los asesores, etc.), fomentar y colaborar con el desarrollo de la localidad, y acercar al turista a sensaciones y emociones nuevas.

Burdeos, en Francia y Toscana, en Italia destacan como destinos paradigmáticos. España, por su parte, cuenta con una variada propuesta de 27 rutas, que tiene entre las más concurridas a las de Rioja, Ribera del Duero y Priorato.

La Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), conjuntamente con TURESPAÑA, es la encargada de establecer los criterios de calidad que deben cumplirse en cada caso. El Manual de Producto Turístico Rutas del Vino de España define los requisitos correspondientes a la entidad gestora, tales como la señalización y las acciones de promoción y apoyo a la comercialización; además de los relativos a las distintas tipologías de establecimientos que pueden formar parte de la ruta.  

La región de Mendoza, en Argentina; Baja California, en México y Nueva Gales del Sur, en Australia también son muy prometedoras. Asimismo, Chile apuesta por el desarrollo de esta modalidad, en regiones que van desde Limarí hasta el Valle de Itata, lugares que pueden seducir a quienes hacen del vino su motivo de viaje.