La cosecha de 2022 comenzó en Las Moradas en San Martín con el albillo real. Una variedad muy temprana, llamado a su cultivo “tempranales” por esta razón. El 2022 vivió un invierno frío y es- pecialmente seco. La primavera fue lluviosa con temperaturas desde mayo muy altas, propias del verano. Por su parte, en junio, julio y los primeros días de agosto se vivieron numerosas olas de ca- lor, así como altas temperaturas generalizadas y sin tormentas, adelantando los estadios de la uva. Así, la cantidad de uva vendimiada fue similar a la del año anterior, quizá con algo menos de peso debido a la escasez de lluvias, pero poca incidencia por su buen cuajado. En resumen, estamos ante una añada de excelente calidad y producción.
En la etiqueta aparece un fragmento del relato del escritor Óscar Sipán para Las Moradas de San Martín
Viñedo: el terruño tan particular de montaña proporciona la esencia de Las Mo- radas de San Martín, viejos viñedos en vaso de secano, sobre suelos graníticos y pedregosos trabajados al 100% de forma ecológica, con máximo respeto al viñe- do, que proporcionan una uva de excelente calidad, con impecable acidez, buena maduración, gran equilibrio y estado sanitario.
Vendimia: manual en cajas, seminocturna y posterior selección en mesa. Doble vendimia por parcela. Primero los racimos más expuestos y a la semana los más protegidos por la propia planta.
Vinificación: por parcelas, buscando mayor complejidad y calidad, con elabora- ciones tradicionales y otras como hiperoxidación, consiguiendo mayor represen- tatividad de la variedad en el vino y sin intervencionismo. Los racimos se prensan enteros. El mosto se enfría y desfanga a las 24 horas y se inicia de forma natural la fermentación con las propias levaduras de la uva. Una vez fermentado, se lleva a cabo una crianza de 8 meses en barricas de roble francés de 500 litros usadas, conbâtonnage encadalunallena.El18%seelaborasinsulfitos,aportandomayor riqueza, complejidad y cremosidad. Se limpia mediante trasiegos y el frío natural del invierno, sin clarificar ni filtrar. Último bâtonnage en diciembre.
Nota de cata: variedad castiza histórica de mucho valor por su singularidad, con tendencia oxidativa y elegante guarda. Color pálido-dorado, de aromas delica- dos que nos recuerdan a néctares, dulce de membrillo, orejones, peras, amie- lados, flores blancas como el azahar o el jazmín, así como corteza de pomelo y balsámicos. Un vino blanco muy original por su boca sápida y untuosa con un final ligeramente salino (por la mineralidad aportada por el granito y su carácter oxi- dativo), y una sensación dulce por su glicerina, potenciado por un ligero amargor propio de la variedad que lo hace muy personal, único y, sobre todo, gastronómi- co como pocos. Maridar con platos diferentes, como arroces, quesos, aves, pes- cados grasos como el atún, incluso guisos más contundentes.