La mayoría de los enoturistas que visitan las Rutas del Vino de España lo hacen por conocer un destino vitivinícola concreto, viajan especialmente en pareja y con amigos, tienen entre 36 y 55 años, y para pernoctar prefieren un alojamiento rural. Además, cada son más los que manifiestan haber visitado alguna Ruta del Vino con anterioridad y deciden repetir.
Son algunas de las conclusiones que recoge un reciente informe realizado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España para obtener la imagen más acertada posible del enoturista que visita estas rutas y estudiar su evolución a lo largo del tiempo en varios aspectos, como los relacionados con las motivaciones del viaje, la organización, los destinos elegidos, el origen, edad y perfil profesional y sociodemográfico del visitante, el nivel de satisfacción y otros indicadores como el gasto y la estancia media.
Este décimo Informe sobre la Demanda del Turismo del Vino se ha llevado a cabo utilizando la metodología de encuestación online puesta en marcha a finales del 2015 y promocionada a través de la campaña permanente #ILoveEnoturismo. Esta campaña, activa durante todo el año, permite ampliar el ámbito territorial de la muestra y reduce la estacionalidad de la misma, por lo que los datos finales se consideran mucho más representativos. Para este informe se han realizado un total de 2.213 encuestas. La participación en la encuesta online da la posibilidad de optar a interesantes premios a los enoturistas que viajan a alguna de las 30 Rutas del Vino de España.
Rutas del Vino de España: Perfil del enoturista
Las motivaciones
La mayoría de los enoturistas que visitan las Rutas del Vino de España lo hacen movidos por el interés en conocer un destino vitivinícola concreto (40 %). Un 36,3 % llegan a las Rutas como parte de sus viajes de ocio o de vacaciones. Otros aspectos que motivan el viaje son la gastronomía de la zona (5,7 %), la cultura de los territorios vitivinícolas (5,3 %) y la naturaleza (3,3 %). La elección de una u otra ruta está basada en las recomendaciones de amigos y familiares (40,6 %), el interés que despiertan los vinos de una zona (24,8 %) y en la atracción generada desde la página web, redes sociales (21,8 %) o Internet en general (19,9 %). Además, cada vez son más los visitantes que manifiestan haber visitado alguna Ruta del Vino con anterioridad y que deciden repetir la experiencia. Concretamente, el 58,3 % de los encuestados afirma haber estado antes en otra ruta, lo que supone un 2 % más que en el periodo anterior.
Perfil sociodemográfico
Sigue destacando el predominio de la mujer frente al hombre (52,3 % frente al 47,7 %) —leve mayoría que se mantiene desde 2015 y supone un cambio relevante respecto las primeras encuestas—, aunque se puede decir que el turismo del vino es un producto con cierto equilibrio entre ambos sexos. En cuanto a la edad la mayoría (el 27,8 %) están entre los 36 y los 45 años. La franja de edad que va de los 46 a los 55 años es la siguiente más representada, con un 26,4 %, pero el informe pone de relieve que el público más joven —de 18 a 25 años— ha experimentado un crecimiento de más del 2 %, representando actualmente el 9,3 % del total de visitantes. Esos datos tal vez estén relacionados con los referentes al modo de organizar el viaje: el 50,9 % de los enoturistas efectúan sus reservas a través de Internet.
Formas de viajar
Los turistas del vino viajan especialmente en pareja (44 %) y con amigos (29 %). Los viajes en familia continúan aumentando ligeramente, lo que manifiesta la importancia creciente de este tipo de turismo como alternativa vacacional familiar. Viajan en grupos cada vez más reducidos, y en cuanto al medio de transporte utilizado, el coche propio o alquilado sigue siendo el preferido, en un 85,5 % de los casos. También ha crecido el porcentaje de personas que viajan solas, situándose ahora en un 4,3 %. En cuanto al tiempo de estancia, también parece estabilizarse de momento, situando la estancia media en 2,40 días, lo que supone una ligera disminución respecto a los datos precedentes (2,43 días).
El alojamiento
Los alojamientos rurales, que venían escalando posiciones en los últimos informes, destacan como la opción preferida por los enoturistas (23 %), seguidos de los alojamientos hoteleros de cuatro estrellas (18 %) que, tradicionalmente, ocupaban el primer puesto. Se vuelve a constatar que la proporción entre los viajeros que pernoctan en el destino (60,48 %) y los que no pernoctan (39,52 %) continúa siendo bastante equilibrada, aunque destaca que cada vez son más las personas que pernoctan en las Rutas del Vino de España (en 2017 el porcentaje se situaba en torno al 53,7%).
Actividades que realizan
La visita a las bodegas vuelve a estar en primer lugar (1,93 bodegas de media, cifra muy similar a la del informe anterior del 1,94). En segundo lugar se sitúa la visita a los pueblos, una actividad que ha experimentado un fuerte ascenso, alcanzando ahora el 63,5 %, y que se ha duplicado desde 2017 (en este año el porcentaje estaba en el 31,7 %). Degustar la gastronomía local y probar los vinos son las actividades que ocupan los lugares tercero y cuarto.
Lo que gastan
En este punto, el gasto medio en destino se ha estabilizado tras varios años experimentando un importante ascenso. Este último informe lo sitúa en 160,21 euros al día, prácticamente igual al del año pasado (161,88 euros) y, además, indica que casi todas las partidas relacionadas con él han aumentado ligeramente, especialmente las referidas a restauración (41,81 euros al día) y alojamiento (36,16 euros al día). El gasto sigue siendo superior al del turista general extranjero (146 euros al día, según el último informe del INE-EGATUR) y al del nacional (47,70 euros al día, según datos FAMILITUR). Uniendo el dato de la estancia media al del gasto diario conocemos el gasto medio total diario del enoturista. Durante este periodo ha sido de 384,51 euros, algo inferior al alcanzado el año precedente (393,38 euros).
Fuente: ACEVIN, Diario de Gastronomía
