El origen del roscón de reyes no tiene nada que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al niño, sino que parece estar relacionado con las saturnales romanas, que no eran más que unas fiestas dedicadas al dios Saturno, con el objeto de que el pueblo romano en general pudieran celebrar los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel, que se repartía por igual entre los plebeyos y esclavos.
En Francia toman el Gâteau des Rois que es idéntico a nuestro roscón y la Galette des Rois propia del norte del país. La popularidad del roscón de reyes en el conjunto de España es relativamente reciente y en algunas zonas, de pocos años. El pastel que se elabora en algunos países tiene forma de rosca, más o menos imitando una corona real, cubierta de frutas escarchadas, que semejan las joyas de la corona, y tenía escondida en su interior una pequeña sorpresa, a veces de gran lujo y valor.
Curiosamente esta torta es conocida en la cocina lusa como "bolo rei” y, aunque no es igual en ingredientes, la costumbre sí lo es. En México la tradición fue importada en el siglo XVI desde España, y es costumbre en muchos sitios del país merendar la rosca de reyes con chocolate caliente o atole, además de adornarla con miel y frutos del desierto, como dátiles e higos.
El Roscón de reyes original no acostumbraba llevar ningún acompañamiento o ingrediente añadido, pero desde el último tercio del siglo XX se preparan variedades con nata, crema, crema de chocolate o cabello de ángel en su interior, y suele contener uno o más regalos o sorpresas, según el tamaño del roscón, u obsequios y un haba. En España el roscón debe contener un haba; quien la encontraba, en siglos pasados, (esta tradición puede remontarse a la época romana) era el rey de la reunión. En la actualidad, las pastelerías han impuesto que una sorpresa en forma de figurilla corresponda al coronado, “castigando” al que recibe el haba a pagar el roscón.
Credito
Por: Enric Ribera Gabandé