Carlos III recupera el pudding de Navidad de Isabel II y lo convierte en símbolo de tradición

Carlos III recupera el pudding de Navidad de Isabel II y lo convierte en símbolo de tradición
Carlos III lanza un pudding navideño inspirado en la receta de Isabel II, reinterpretando uno de los rituales culinarios más emblemáticos de la familia real británica y reforzando la Navidad como símbolo de memoria, continuidad y tradición.
pudding de Carlos III de Inglaterra
Pudding de Carlos III de Inglaterra
Lunes, Diciembre 22, 2025 - 10:15

El rey Carlos III ha presentado una nueva versión del tradicional pudding de Navidad de la familia real británica, una creación gastronómica inspirada directamente en la receta personal de su madre, la difunta reina Isabel II. El lanzamiento busca preservar y compartir una de las tradiciones culinarias más emblemáticas de la monarquía del Reino Unido, vinculada históricamente a las celebraciones navideñas en palacio.

El postre se comercializa bajo la marca Sandringham Royal Estate, el sello gastronómico de la finca real situada en el condado de Norfolk, un lugar profundamente asociado a la Navidad real británica.

Un pudding real con historia familiar

El pudding navideño es una de las recetas más simbólicas del recetario británico. En la familia real, su elaboración ha sido durante décadas un ritual cargado de memoria y continuidad.

Carlos III ha querido reinterpretar la receta original de Isabel II, manteniendo su esencia pero adaptándola a sensibilidades contemporáneas. El resultado es un pudding fiel a la tradición, pero con una lectura más actual y accesible.

Así es la receta del pudding de Navidad de Carlos III

La nueva versión conserva los ingredientes clásicos del pudding británico, como:

  • Pasas y frutas cítricas confitadas
  • Pan rallado
  • Brandy y jerez

Sin embargo, prescinde de la cerveza y el ron oscuro presentes en la fórmula original de Isabel II, una decisión pensada para suavizar el perfil alcohólico y ampliar su atractivo.

Además, incorpora almendras, nueces y dátiles, y se elabora con aceite de palma procedente de fuentes sostenibles, alineándose con los criterios medioambientales que Carlos III ha defendido durante décadas.

Desde la tienda oficial lo describen como un postre “perfecto tanto para reuniones familiares como para disfrutar en solitario”, destacando su elaboración artesanal y el tiempo de maduración necesario para desarrollar plenamente sus sabores.

El pudding se comercializa en dos versiones:

  • Formato grande, de casi un kilo.
  • Formato individual, pensado para consumo personal

El cuidado por el detalle también se refleja en su presentación: un envoltorio rojo festivo decorado con un pequeño pájaro posado sobre una rama de acebo, coherente con otras líneas de productos aprobadas por la Casa Real británica.

Una tradición que se transmite de generación en generación

Esta iniciativa se inscribe en una larga tradición familiar. En 2019, la reina Isabel II, el entonces príncipe Carlos, el príncipe Guillermo y el príncipe George participaron juntos en la elaboración de púdines navideños como parte de una acción solidaria de la Royal British Legion.

Tras la muerte de Isabel II, Carlos III ha continuado además una costumbre instaurada por su abuelo, el rey Jorge V, quien cada Navidad regalaba alrededor de 1.500 púdines a los empleados de la Casa Real, acompañados de una tarjeta de felicitación.

Más que un postre, el pudding vuelve a funcionar como símbolo de continuidad, memoria y vínculo familiar dentro de la monarquía británica.