Por eso es que los cócteles con cava merecen un reconocimiento. Sin quitarle su elegancia inédita, el cava puede ser un todoterreno en la coctelerÍa. Una vez mezclado, gana ese territorio de la cotidianidad de un viernes noche, el brunch del sábado o un cóctel de domingo. Aquí tienes bastantes opciones, una para cada ocasión:
4 cócteles internacionales unidos por el cava
Old Cuban
Unos le llaman Old Cuban en honor a los clásicos cócteles cubanos, mientras otros lo denominan New Cuban para separarlo de lo más tradicional de la isla.
Exento del nombre, se prepara con 50 ml zumo de lima, 100 ml cava, hojas de menta, 50 ml ron y angostura. Se mezcla todo en una cubitera con hielo y se cuela con un strainer en una copa redondeada de cava (si eres más de old) o en un vaso de tipo mojito (si te va más el new). Se decora con unas hojas de menta et voilà, bienvenido a La Habana.
Agua de Valencia
El cóctel más famoso de la capital valenciana por su dulzura y su peligro. Esta agua es bastante preferible a la del grifo y ahí es donde está la gracia: que está tan bueno que entra como agua.
Se hace a base de zumo de naranjas de Valencia y se reparte por litros. Para hacerla se necesita medio litro de cava, 250 ml de ginebra y 250 ml de vodka, medio litro de zumo de naranja y mucho hielo. Si la naranja se te hace amarga, siempre se puede añadir un poco de sirope. Se vierte en una jarra con hielo y de ahí a la copa que más gustes. Para mimetizarse bien en Valencia, con unas rodajas de naranja acabas el "agua" perfecta.
Black Velvet
Tiene nombre de pastel, pero ni lo más parecido podría uno llegar a imaginar. Es una mezcla curiosa, pero deliciosa: cerveza negra y cava brut. No hace falta más que un vaso largo helado. Es un cóctel multiusos, ya que entra en cualquier ocasión, bien como aperitivo, bien en una celebración como el año nuevo. Esta combinación pinta muy bien en el norte de Europa.
Como decíamos, sin quitarle la elegancia al cava, pero añadiéndole ese punto de informalidad, aparece este Black Velvet.
Mimosa
La influencer de los cócteles es la mimosa. La favorita del brunch neoyorkino, aportándole la gracia al zumo de naranja del desayuno con una chispa de triple seco (70-30). Se creó en el hotel Ritz de París en 1925, para sorpresa de nadie, pues todo lo que surge en las élites parisinas parece que vuelve a estar de moda 100 años después. Déjate mimar para empezar el fin de semana creyéndote una superstar.
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