Volar al Caribe nunca fue tan fácil como en la barra de un bar y con una piña colada en mano. Un cóctel tropical que te transporta a una playa de arena blanca, agua cristalina y un sol intenso. Piña colada es cultura boricua en esencia.
La piña colada es el pasaporte directo al Caribe puertorriqueño desde cualquier punto del mundo, pues este cóctel a base de zumo de piña, crema de coco y ron blanco ya se mezcla en coctelerías de todo el mundo. Se popularizó en los 70 gracias a una canción de Rupert Holmes, “Escape”, que hablaba sobre buscar el amor perfecto en algún amante de este cóctel, y no se equivocaba, un amor fresco, dulce y algo pícaro. Desde 1978, la piña colada se considera la bebida oficial de Puerto Rico y cada 10 de julio se celebra el Día de la Piña Colada.
Un cuento de piratas
El cóctel tropical por excelencia tiene varios orígenes y todos ellos tienen su gracia. Para empezar, porque quien se dice que inventó la piña colada es el pirata Cofresí. Roberto Cofresí, bucanero del siglo XIX en aguas caribeñas, mezcló los ingredientes que más veía en la isla: el agua del coco y la piña, y como no, un poco de ron para aplicarle la gracia de la piratería. Sin embargo, con Cofresí se hundió la receta en 1825, por lo que no se sabe si hablamos de un origen mítico o de una graciosa realidad.
Lo que sí sabemos con certeza es que, Ramón “Monchito” Moreno fue el primero en preparar una piña colada de forma profesional en el Hotel Caribe Hilton del viejo San Juan en 1954. Se le atribuye entonces la invención de la bebida nacional puertorriqueña. Dio con la receta perfecta buscando un cóctel que resaltara lo más tropical de la isla, algo que atrajera a más clientela. Dio con el cofre del tesoro: jugo de piña, crema de coco y ron blanco.
Fácil, rápido y para toda la familia
Aunque hablamos de un cóctel tropical de lo más sencillo con tan solo tres ingredientes básicos, siempre puede innovarse un poco más y difícilmente se fallará con él. Por eso es que algunos han decidido darle un toque de color con onza y media de Blue Curaçao; o en formato concentrado como shot de colada con chichaíto (anís y ron oscuro); también puede ser con vodka de coco y licor amargo de cereza para restar un poco el dulzor, y si te atreves con algo todavía más tropical se le puede poner un poco de pepino, cilantro y limón a la clásica piña colada. Eso sí, a todas con su rodajita de piña natural on top y copado con una sombrilla para decorar.
Ya decimos que es un cóctel fácil de mezclar, por eso te dejamos por aquí una receta para que sorprendas a tus invitados en tan solo 10 minutos y viajéis un ratito a las magníficas playas de Puerto Rico (viaje para toda la familia, pues la versión sin alcohol supone el cóctel más consumido de su categoría):
Ingredientes por cada copa
90 ml de zumo de piña
30 ml de leche de coco
30 ml de ron blanco (o 30 ml de leche para la versión sin alcohol)
Hielo picado
Preparación
Ya sea en coctelera o licuadora, el primer paso siempre es añadir el hielo. Lo ideal sería llenar el recipiente hasta la mitad. A este le incluimos la leche de coco y el ron, o la leche en caso de que sea su versión libre de alcohol.
Cerramos y batimos enérgicamente durante unos cinco segundos simplemente para que los ingredientes base, la crema y el alcohol, impregnen bien el hielo. Ahora se introduce el zumo de piña y más hielo si consideras que este se ha derretido demasiado en la primera batida.
Volvemos a batir para que mezclen bien todos los ingredientes durante otros cuantos segundos y servimos en nuestra copa favorita. El mejor vaso para la piña colada es el de tipo "Hurricane", con una forma que recuerda a una piña, que lo hace divertido y es fácil de decorar con una rodaja de piña, una hoja de menta o una cereza maraschino y su sombrilla obligatoria. Al fin y al cabo, estás en Puerto Rico.
