El sol, el calor, el verano, la playa, la piscina, los paseos al aire libre,... todo esta etapa estival anima a tomar algo fresquito. Si de vinos se trata, sabemos que la temperatura es un factor importante, Aquí te compartimos 5 trucos para enfriar los vinos de forma rápida y efectiva.
Uno muy ingenioso: Papel de cocina
Para este truco, necesitarás papel de cocina, agua y un congelador. La descripción del procedimiento solo tiene unos pocos pasos. Tomar trozos de papel de cocina y envolver la botella con ellos. Luego, mojar el papel de manera que quede bien pegado a la botella. Por último, introducirlo en el congelador y esperar, solo bastarán unos pocos minutos.
El más sorprendente: Uvas congeladas
Aquí vas a necesitar uvas, previamente congeladas. Consiste en una especie de "agregar hielo al vino", solo que en lugar de los clásicos cubitos que terminarán derritiéndose y pasando el agua a la bebida, las uvas no "aguarán" el vino. No obstante, se alerta de la posibilidad de transmitir un ligero toque afrutado a la copa.
El más conocido: cubitera con hielos
Este es una de las técnicas más conocidas. Para ello se requiere de un recipiente (cubitera, hielera,...), hielo y agua. Aunque en algunos casos también se recomienda añadir sal. Los pasos son breves: llenar la cubitera de hielo y agua, introducir la botella de vino y listo. En 15 minutos aproximadamente el vino estará a la temperatura adecuada. Puedes añadir sal para acelerar el proceso, pues derrite los hielos y hace que el frío se transmita más rápido y que la temperatura del agua baje antes.
Un paño húmedo
Con este truco necesitarás un paño, el cual debes humedecer o estar previamente congelado y envolver la botella. Luego, o bien puedes llevarla a la nevera o a una cubitera con hielo. Al conseguir que el paño se enfríe, se va a enfriar rápidamente la botella de vino.
Funda enfriadora
Es un método que requiere tener un extra: este artículo. Existen fundas enfriadoras de diferentes materiales: de gel, de silicona, con envoltura de tela... Por lo general, son pequeñas, tienen el tamaño justo de una botella. Lo ideal es que la mantengas en el congelador hasta el momento que la puedas necesitar. Como accesorio, además de enfriar la botella, ayuda a mantener su temperatura durante más tiempo.
