¿Descúbranos la historia de su hotel?
Mirna Alfonso - Está ubicado en la Patagonia argentina, en Bariloche, una ciudad turística, enclavada en un lugar muy particular, una especie de acrópolis, con una vista de 360º, lo que hace que la geografía sea imponente. Si miramos desde cualquier ventana, tiene la vista de un lago, de una montaña… Realmente, es un placer para la vista. Por otro lado, el hotel arranca en el año 37 y se inaugura en el 38 con los hermanos Bustillo, un arquitecto (Alejandro) y Ezequiel, que fue el primer presidente de los Parques Nacionales de la Patagonia. En el año 39, por cuestiones de la construcción, se incendia el hotel, debido a que estaba levantado con mucha madera. Un año después, lo reconstruyen y se abre nuevamente en el año 40, con un poco más de piedra y menos madera, que es lo que estamos viendo en este momento.
¿Estuvo cerrado durante un tiempo?
MA - El hotel funciona hasta el año 78. Luego cierra durante 15 años y reabre en el 93, con lo cual tenemos dos especies de historias paralelas; estamos cumpliendo 25 años por un lado, y 80 por el otro.
Háganos una radiografía de servicios de éste
MA - El hotel es un resort, que además de poder comer muy rico, también tiene mucho contenido. Un resort es, justamente, un lugar de destino, donde además de contar con los servicios básicos de un hotel de cinco estrellas de lujo, tiene todo para hacer. Es un lugar donde uno llega y no debería salir del hotel para pasarlo bien… Para disfrutar del lugar. Es de lo que se ocupa nuestro resort; tiene una excelente cancha de golf de 18 hoyos, un spa increíble, un espacio para los niños, actividades recreativas para la familia, un club para niños y un club para adolescentes, que hace que la familia pueda estar integrada y hacer todo tipo de actividades.
Llao Llao tiene reservada, también, una mesa exclusiva para sus clientes
MA - Sí. Tiene varias opciones. Tenemos el restaurante Patagonia, que funciona desde el mediodía y hasta la noche, que es más informal. Contamos, también, con una sala bar. A la noche tenemos un grill-pastas con carnes patagónicas. Nuestra cocina sigue siendo internacional, porque la Patagonia, especialmente Bariloche, ha sido una ciudad que se ha nutrido inicialmente de colectividades europeas, con lo cual tiene sabores de todo el mundo pero preponderamos dentro de la gastronomía todo lo que es patagónico: el cordero, el ciervo, la rosa mosqueta, las frambuesas…Todo lo de fruta fina, los frutos rojos, lo que hace que tengamos características muy especiales.
¿El bife de chorizo (entrecot) lo dejan para otros restaurantes más típicos…?
MA - El bife de chorizo es un clásico. Por supuesto, también contamos con comidas típicas argentinas, porque nuestros huéspedes que vienen de todo el mundo desean comer la carne argentina. Pero, particularmente, nosotros ofrecemos el cordero patagónico, que es un cordero muy magro, muy sabroso, preparado con romero en los asados durante 5 o 6 horas, lo que hace que tenga una mística. También quiero destacar nuestra pastelería que es muy importante.
Siempre con un excelente servicio profesional.
MA - Es muy conocido. Ofrece una exquisitez. Es muy bueno.
¿En qué termino municipal está ubicado el Llao Llao?
MA - En la ciudad de Bariloche, en la provincia de Río Negro, en la Patagonia argentina, a 1500 kilómetros de la capital de Buenos Aires. Tengamos en cuenta que Argentina es un país muy grande. Las distancias son muy importantes, es muy extenso.
¿Cuáles son los iconos turísticos de Río Negro?
MA - La Patagonia argentina, que agrupa, entre otras zonas, a Río Negro y Neuquén, tiene la particularidad, además de la estacionalidad, que las cuatro estaciones del año son diferentes. Nosotros tenemos, más allá de la cultura, que es muy importante, la geografía, que también lo es. Contamos con ríos, montañas…Uno puede venir en verano a pescar truchas y salmones, disfrutar de los lagos, hacer rafting o trekking. O en invierno, disfrutar del mejor centro de esquí. Con lo cual, el poder hacer actividades todo el año, hace que la Patagonia sea un lugar muy atractivo, no solamente para venir un día o una semana, sino para pasar unas vacaciones como lugar de destino. Realmente, es para descubrirlo. Tiene mucha tranquilidad, mucha paz. Es un placer a las retinas. Cada lugar que uno descubre es diferente. Dios nos ha regalado este lugar que es maravillo.
