Agrisanz es una pequeña empresa familiar alicantina de aceite y vinagre ecológicos. En Organic Food Iberia 2024, acudieron a presentar su producto diferenciador: las elaboraciones naturales infusionadas en base de aceite y vinagre bio. Vicente Sanz, uno de los fundadores de la compañía, explicaba a Excelencias Gourmet, cuáles son los súper ventas: el picante, la naranja, la trufa, el ajo negro, la boletus y el ajo común. Aún así, tienen 16 sabores distintos, que no son pocos.
El proceso creativo es sencillo: prueba y error. "Simplemente hacemos muestras y el que no gusta (comercialmente) lo sacamos de la venta un tiempo, y si funciona lo dejamos. Si no funciona lo retiramos e intentamos o mejorarlo o sacar otro diferente", explica Vicente. Es un proceso simple pero efectivo, pues al final, lo que queda es el "feedback" real de los consumidores. Lo que importa, finalmente, es el cliente. Vicente expone el dato de que el que más suele gustar es, con diferencia, el aceite de boletus. Llegan a dichos sabores con un proceso de infusionado en el que, dependiendo del tiempo que el producto pase sumergido en aceite, liberará mayor o menor cantidad de esencia, que impregnará el aceite y permitirá tanto un sabor como un aroma concentrado y particular. Las ventajas que tiene una empresa de este tamaño, pues cuenta con apenas cinco trabajadores, es que el entorno apoya al producto. Suelen utilizar romero y pebrella, una especie de tomillo propio de la sierra de Aitana, para sus elaboraciones.
Mientras tanto, las naranjas, por ejemplo, las traen de la vecina Valencia. Y eso es lo que hace Agrisanz en ferias como Organic Food, forjar lazos con otras empresas para conseguir unos beneficios mutuos y unos productos óptimos realizados con materias primas locales 100%. En cuanto al éxito comercial, Agrisanz comprueba que la importancia recae en la calidad de su producto. Como afirma Vicente, les afectó "la caída del producto ecológico" en sus negocios con distribuidoras, por lo que ahora está resurgiendo la venta directa a tiendas, con precios más competitivos y menor margen de error. Así, trabajando poco a poco y con buena letra, es como han conseguido expandirse por la Europa más cercana, pasando por Francia, Alemania, Polonia e Italia. Agrisanz asegura también la sostenibilidad de lo que produce gracias a la Certificación Ecológica recibida.
Además, se encuentran en proceso de obtener un nuevo reconocimeinto oficial por parte de la Unión Europea, pues ya producen su propia energía a través de placas solares. Así, con esfuerzo y paciencia, es como una pequeña empresa puede convertirse en algo muy grande, dejando una huella a su paso y un rastro de humildad.
